La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

MERCADOS:“Las proyecciones de las empresas no nos interesan. Hay otros puntos de más interés”

Mar Revuelta - Miercoles, 14 de Febrero

Las palabras se las lleva el viento en el mundo de la inversión y de la Bolsa, como en otros mundos. Por eso, preocúpese de otras cosas a la hora de invertir su dinero. Por ejemplo: "No hago ningún uso de las proyecciones o pronósticos. Crean una ilusión de precisión aparente. Cuanto más meticulosos sean, más preocupado deberías estar. Nunca miramos las proyecciones, pero nos preocupamos mucho y miramos muy profundamente, rastrear registros".-Warren Buffett. "EPS y P/E no tienen en cuenta el capital empleado. En su mayor parte, son métricas inútiles. Manténgase alejado de las empresas que son ingeniería EPS. Buffett se enamoró de esto con Tesco e IBM. El enfoque debe estar en ROC por encima de CoC, FCF/acción y asignación de capital a largo plazo", añade Tiho Brkan@TihoBrkan

"La valoración de un negocio no se puede reducir a ninguna fórmula en la que realmente puedas poner las variables perfectamente".- Warren Buffett

"No existe tal cosa como un valor intrínseco preciso".-Mohnish Pabrai

"El empeoramiento de las expectativas de beneficios y el reconocimiento de que no podrán cumplir sus planes de negocio, afecta, desde enero, a potentes empresas estadounidenses, alemanas, francesas y españoles. Los mercados no atienden, por ahora, a este fenómeno, enganchados, como están, a la droga de los bancos centrales, a la idea de que siempre nos salvarán. No obstante, en nuestro banco consideramos, que este es el gran peligro que se cierne sobre todas las Bolsas del mundo durante este año, porque los actores en el mercado, un 80% de ellos representados por máquinas, actúan de manera despiadada. Y a una máquina sigue otra y a esta otra, otra y así hasta provocar destrozos en las cotizaciones, que nunca antes habíamos visto. La cotización de un valor, que defrauda las expectativas, puede hundirse un 90% en un plis plas", me dice el director de Bolsa de un banco de inversión, que añade:

"Encontramos a finales del año pasado algunos e interesantes chollos en la Bolsa española, muy penalizada respecto a sus homólogas europeas. Hay que distinguir, no obstante, el factor diferencial de los índices, su composición. En la Bolsa española no hay valores tecnológicos y muchos bancos e inmobiliarias. En Europa ambos sectores están más diluidos. Tomamos posiciones en noviembre y diciembre. Nos ha ido muy bien. Echábamos en falta, no obstante, planes estratégicos sobre los que fundamentar el plazo de nuestras tomas de posiciones. Queríamos ver más ideas y ambición empresariales. La Bolsa española, de la mano de los dueños y responsables del Ibex, debía salir del círculo viciado en el que se encontraba y encuentra. Pero, la sorpresa ha sido mayúscula, porque a la presentación de cada Plan Estratégico se ha sucedido un porrazo de órdago. Mejor no hacer nada..."

"El plan estratégico es un programa de actuación que consiste en aclarar lo que pretendemos conseguir y cómo nos proponemos conseguirlo. Esta programación se plasma en un documento de consenso donde concretamos las grandes decisiones que van a orientar nuestra marcha hacia la gestión excelente. Pues bien, en los últimos nueve años ¿O son ya diez? apenas hemos visto u oído Planes estratégicos. Se los ha tragado la tierra..."

"O mejor dicho, se los han tragado las ingentes cantidades de deuda que acumulan las empresas cotizadas en la Bolsa. La Crisis ha traído la necesaria ducha fría del desapalancamiento: hay que adelgazar, volver a los orígenes y tratar de vender activos para equilibrar los balances..."

"Ahora, el objetivo secular del Plan Estratégico (trazar un mapa de la organización, que nos señale los pasos para alcanzar nuestra visión; convertir los proyectos en acciones, tendencias, metas, objetivos, reglas, verificación y resultados) es otro: reducir deuda..."

"Habrá que esperar, por tanto, para conocer los objetivos de muchas empresas: Cuál es su razón de ser ¿Qué les da vida y sentido? ¿A dónde desean ir? ¿Qué hacen bien? ¿Qué quieren hacer? ¿Cómo llegar a ese futuro?, que, en definitiva, son los contenidos y las preguntas a los que responden los Planes Estratégicos. Pero, por ahora, mejor no hacer nada. Es lo que toca..."




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