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Mitos - 1

Santiago Niño Becerra - Martes, 01 de Julio A muchas/os de Uds. les sonará a sabido lo que, a continuación, van a leer, les pido disculpas; a otras/os les parecerá nuevo, si ello sucede, me congratularé. En cualquier caso, lo que pretendo en las siguientes líт­neas es destruir, con todas las letras, una serie de mitos falsos, de leyendas urbanas que, periódicamente, se dicen o recuerdan en relación a la economíт­a (española, síт­, pero no sólo).

Mito 1: “La culpa de muchas cosas la tienen los altos niveles salariales”.

Es absoluta, completa y totalmente falso, y por favor, si está leyendo esto un sindicalista que no se alegre aún: siga leyendo.

En esta época que nos ha tocado vivir al Banco de España le ha correspondido el papel de poli malo, y los polis malos asustan; hace unos díт­as el Banco de España ha estado asustando al personal, mejor dicho, ha estado preparándole para lo que se nos está viniendo encima ya que muy pocos estamos hablando de la debacle en la que estamos entrando, pues bien, el Banco de España, para asustarnos, habló de los costes laborales y de los costes salariales del reino; y recurrió al mito.

Por favor, qué a quien le corresponda tome nota: el coste laboral, el coste salarial, de una trabajadora o de un trabajador, sus niveles nacionales medios, sus tasas de variación anual, no importan en absoluto, ¡en-ab-so-lu-to!; lo único que importa es el nivel de productividad de esa trabajadora y de ese trabajador, la productividad media de la economíт­a nacional, su tasa de variación anual y, en unión a esto, el valor añadido generado por esa/ese trabajadora/or y por ese colectivo de trabajadores de un paíт­s.  Es decir: en principio, importa un huevo cuanto se le pague a un trabajador.

Mito 2: “Las trabajadoras y los trabajadores son las culpables y los culpables de la baja productividad”.

De la baja productividad de una compañíт­a, de un subsector, de un paíт­s, y lo son porque son vaguetes y tienden a escaquearse a la que pueden. Lo mismo de antes: los sindicalistas, que no se alegren.

La productividad del factor trabajo depende de dos elementos: de la cualificación y de la motivación de ese factor trabajo, y de la tecnologíт­a de que ese factor trabajo disponga. Y, ¿de qué dependen esos elementos?, pues del tipo de PIB que se genera. Un PIB de bajo valor añadido necesita trabajadoras y trabajadores de reducida cualificación pero en un número bastante elevado -por ello no es preciso que cuenten con una elevada motivación (hay muchas/os disponibles)-, siendo la necesidad tecnológica, es decir, inversora baja: ¿para que invertir en cacharros, si lo que esta gente va a producir es de bajo valor, y, por tanto, no compensa esa inversión?.

Mito 3: “La culpa de la inflación la tienen los salarios”.

Un proceso inflacionario de lo que sea: de precios, de costes, de rentas, de beneficios, de créditos, se produce cuando ese lo-que-sea aumenta por encima de la capacidad del sistema de ! absorber ese aumento y/o cuando no existen diques que diluyan la fuerza de dichos aumentos. La primera manifestación se dio, sobre todo, en los 60 y primeros 70, la segunda es actual.

¿Cuándo se producirá hoy inflación?, ¿dónde se producirá ese proceso inflacionario?, ¿por qué se producirá?, pues hoy un proceso inflacionario se da cuando ! la productividad es tan reducida que no es capaz de frenar las tendencias de aumento de, por ejemplo, los precios, y se producirá en las economíт­as en las que la productividad sea baja o muy baja. Una elevada productividad posibilita reducciones de costes unitarios que abren la puerta a bajadas de precios o evitan aumentos de los mismos.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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