La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

Nos enfrentamos a la mayor incógnita actual de los mercados, y más nos vale acertar.

Carlos Montero - Lunes, 15 de Octubre

Muchos de los lectores de este periódico son inversores de bolsa, y creo que este artículo les interesará de forma especial. De aquí a final de año sucederá un acontecimiento que o bien provocará una caída en picado de las bolsas, o un fuerte repunte. Este hecho es la resolución del “precipicio fiscal” de EE.UU.

En alguna ocasión les he hablado sobre los términos “precipicio fiscal”. El próximo 1 de enero de 2013 vencerá automáticamente la ley de exención fiscal aprobada durante el gobierno de George W. Bush, y se reducirán los gastos federales en 600.000 millones de dólares. Esto supone según algunas estimaciones, más de un 5% del PIB de EE.UU., y podría incrementar los desempleados del país en 1 millón de personas. Las negociaciones para extender ambas medidas, o al menos parcialmente, no están dando resultado, y el mercado empieza a temer un desacuerdo que lleve al país a una nueva y profunda recesión global.

Ustedes pueden pensar: Bueno, creo que hay cosas más importantes en España o en Europa de las que preocuparnos. Es posible que de forma particular sí, pero en un sentido de los mercados financieros, el “precipicio fiscal” de EE.UU. es uno de los mayores retos a los que nos enfrentaremos en el corto plazo.

Así lo cree el economista global de BofA Merrill Lynch Global Research, Gustavo Reis. “El precipicio fiscal de EE.UU. es la incógnita más importante a la que se enfrentan los mercados. Nuestra más reciente encuesta a gestores de fondos encontró que el precipicio es ahora la preocupación número uno entre los inversores”, afirmaba Reis recientemente para añadir, “aunque es probable que los legisladores estadounidenses eviten en parte el precipicio fiscal, una contracción fiscal del 2% del PIB aún sería dolorosa para el resto del mundo dadas las frágiles condiciones del crecimiento global”.

De la misma opinión son los analistas de BlackRock, que advirtieron el pasado viernes que los inversores no están preparados para las nefastas consecuencias del acantilado fiscal. Esta firma ha recomendado a sus clientes que en caso de que no se llegue a un acuerdo, que se deshagan de sus posiciones de renta variable.

Cada vez se escucha de forma más habitual entre los gestores la siguiente afirmación “si el acantilado fiscal no se evita, va a significar un desastre para la economía y el mercado de valores de todo el mundo”.

Pero de lo que apenas se habla es qué sucedería si finalmente Demócratas y Republicanos llegan a un acuerdo para extender las exenciones fiscales y el gasto público. Goldman Sachs lo tiene claro: Si eso sucediera “nos gustaría ser comprador del mercado de valores”.

De hecho, algunos gestores de Goldman con los que hablado de este asunto me confiesan que están tomando posiciones en la renta variable de EE.UU., y de otras partes del mundo, porque “el Congreso no puede ser tan estúpido”.

Bank of America Merrill Lynch habla de “la gran rotación”, o un proceso por el que los inversores saldrán del mercado de deuda –muy sobrecomprado- hacia el mercado de valores, una vez que se solucione el “precipicio fiscal”.

“La era del exceso en las rentabilidades de los bonos ha terminado. Si los EE.UU. sobrepasan el precipicio fiscal, Europa sigue estabilizándose, y se acelera el crecimiento chino, 2013 podría ser el inicio de la gran rotación”, afirma Michael Hartnett, estratega jefe de BoA.

Es cierto que ahora el centro de interés de los inversores está en otras cosas. La solicitud o no del rescate español, los movimientos independentistas en el país, la crítica situación en Grecia, o el mal escenario que se dibuja para países como China o Japón, son las mayores preocupaciones actuales. Ahora bien, gran parte de esas noticias están ya descontadas por el mercado. Lo que no lo está de ninguna de las maneras es una vuelta a la recesión en EE.UU., o una masiva entrada de fondos de renta fija en renta variable. Eso provocaría grandes caídas en las bolsas de todo el mundo en el primer caso, y fuerte subidas en el segundo.

Estoy con Gustavo Reis de BofA, en los próximos dos meses nos vamos a enfrentar a la resolución de un hecho que condicionará el movimiento de los mercados en el medio plazo. Merece la pena prestar atención para posicionarnos en el lado correcto de la tendencia.




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