Nucleares, ¿quién abrirá la caja?

Redacción - Sabado, 16 de Agosto

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La actual crisis energética ha elevado el tono sobre la necesidad de iniciar un debate serio y global sobre la energíт­a nuclear. Conocedores de las dificultades que entraña cambiar el negativo sentimiento que existe sobre este tipo de energíт­a -las organizaciones ecologistas no quieren ni oíт­r hablar del tema-, los actuales responsables del Gobierno echan balones fuera.

El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, afirmó recientemente que el Gobierno no prevé abrir más centrales nucleares ni alargará la vida de las ya existentes, porque eso requeriríт­a de un consenso políт­tico y social “que ahora mismo no existe”. Nadie parece querer dar el paso, nadie quiere abrir la caja de Pandora.
Ni siquiera el repunte de la inflación hasta el 5,3 por ciento, su nivel más alto desde 1992, por culpa en parte por la entrada en vigor de las nuevas tarifas eléctricas parece incitar al debate. El Foro Nuclear, sin embargo, insiste en la necesidad de reivindicar y explicar un mayor peso de la energíт­a nuclear en el mix eléctrico como medida destinada a mitigar el impacto de los altos precios de los hidrocarburos en la factura eléctrica.  En concreto, el lobby nuclear formado por empresas eléctricas y nucleares, abogaba por la construcción de 11 nuevos reactores en el horizonte del 2030, de forma que la energíт­a nuclear genere en esa fecha un 33% de la energíт­a eléctrica frente al 18% actual.

La escasa producción nuclear penaliza a las eléctricas españolas
El largo proceso de maduración de la construcción de estas plantas (en torno a 10 años) junto a su elevado coste de capital (este lobby estima una inversión en cada reactor de 3.000 millones de euros) exige además un marco regulatorio estable, para que los agentes puedan emprender estas inversiones.
Precisamente, las dudas en este sentido, que dejan a las compañíт­as españolas en desventaja en el sector mundial, han justificado un recorte de las valoraciones de las principales eléctricas por parte de los grandes gestores internacionales.

Representantes de las principales empresas de ingenieríт­a y producción nuclear vienen lamentándose amargamente de que España no se contemple impulsar la actividad nuclear para incrementar la producción de energíт­a, al contrario que lo que están haciendo otros muchos paíт­ses desarrollados que síт­ han optado por esta fórmula y de los cuáles, en algunos casos, se importa electricidad. Se da asíт­ la paradoja, explican los expertos, que aquíт­ no se permita la producción de energíт­a nuclear pero se acepte comprarla a terceros paíт­ses.

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