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Obama dijo que apoyaba la energía limpia, pero hace lo contrario

Christopher Doering - Lunes, 05 de Septiembre El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dio marcha atrás el viernes de forma inesperada en un aspecto central de su proyecto medioambiental, cediendo ante los argumentos de las grandes empresas de que las nuevas normas para limitar la contaminación por "smog" (una forma de contaminación atmosférica) destruirían empleo en el peor momento posible. Obama dijo que su decisión de retirar una iniciativa de aire limpio de la Agencia de Protección Medioambiental forma parte de un esfuerzo para reducir las cargas regulatorias de las empresas, aunque el cambio se mostrará como una bofetada para sus partidarios de izquierdas. "La Administración Obama está cediendo ante los grandes contaminantes a expensas de proteger el aire que respiramos. Esta es una enorme victoria para los contaminantes corporativos y una enorme pérdida para la salud pública", afirmó Gene Karpinski, presidente de la Liga de Votantes Conservacionistas. Grupos de empresarios y los republicanos dijeron que la Casa Blanca había tomado la decisión adecuada mientras la economía del país sigue en problemas. La oposición ha defendido que endurecer las regulaciones costaría miles de empleos y purgaría miles de millones de dólares de los balances de las empresas. "El presidente ha dado hoy un paso que destaca el devastador impacto en los empleos creado por la extralimitación reguladora de esta Administración", afirmó Mitch McConnell, el líder republicano en el Senado. "Esta acción por sí sola impedirá más pérdidas de empleos que cualquier discurso que ha dado el presidente", añadió. El anuncio de Obama siguió a unos datos publicados el viernes que mostraron que el crecimiento del empleo en EEUU se estancó en agosto, con la tasa de paro atascada en el 9,1%. Presionada por los legisladores republicanos, la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, en sus siglas en inglés) había aplazado en varias ocasiones la aprobación de la nueva norma, que habría limitado la polución por "smog" en Estados Unidos. Los demócratas en el Congreso describieron la decisión de la Casa Blanca como decepcionante, e instaron a la Administración a moverse de forma más agresiva en otros desafíos sobre el aire limpio. "Estoy decepcionado porque el presidente decidiera aplazar más aún importantes protecciones de aire limpio que habrían ayudado a prevenir enfermedades cardiacas y respiratorias en miles de estadounidenses", dijo Ed Markey, líder demócrata en el Comité de Recursos Naturales de la cámara. La administradora de la EPA, Lisa Jackson, que cuenta con el apoyo de una amplia variedad de grupos ecologistas, ha dicho que las normas de ozono ahorrarían hasta 100.000 millones de dólares en gastos sanitarios, y ayudarían a impedir hasta 12.000 muertes prematuras por complicaciones cardiacas y pulmonares. En una llamada con periodistas, funcionarios de la Casa Blanca defendieron el historial ecologista de la Administración, diciendo que se "opone vigorosamente" a los esfuerzos por debilitar la autoridad de la EPA o retroceder en los avances conseguidos. De acuerdo con la normativa, las fábricas y los generadores eléctricos de petróleo y gas natural se habrían visto forzados a reducir emisiones de óxido de nitrógeno y otros productos químicos llamados compuestos orgánicos volátiles. El "smog", una palabra obtenida de las expresiones en inglés para "humo" y "niebla", se forma cuando esos productos reaccionan con la luz solar.


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