Otra conversación

Santiago Niño Becerra - Jueves, 21 de Febrero

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Me escribe un amigo:

“Tu que estás bien metido en esta "harina económica", ¿qué opinión te merece lo de la semana pasada con Draghi encerrado a cal y canto con los diputados y que luego ninguno dijera ni mu?”

Le respondo con el texto que publiqué aquí el 14.02.2013

http://lacartadelabolsa.com/leer/articulo/lo_que_mr._draghi_dijo

El volvió:

“Todo muy bien. Pero quien dijo al País que el señor Draghi dijo lo que dijo: no había ningún periodista cuando dijo lo que tenía que decir. ¿Comentó algún Diputado lo que escuchó? Y dicho esto, que no es poco, me quedo con tu análisis en el supuesto caso de que hubiera dicho eso. Pero la pregunta es: ¿Por qué el Gobierno impone la ley del silencio?.

Esa era la harina a  mí me interesaba, porque aquí la gente sigue gastando pasta en disfraces para carnaval y pagando menús a 25 euros persona para celebrar tan importante fiesta y hace dos años a raíz de unas fotos de carnaval que te mandaba tu decías más o menos: "el año que viene ya no lo harán". Pues de eso hace ya dos años”.

Le digo:

“Pienso que a alguien a quien a todo el mundo le interesa que se crea que dijo lo que se dijo que dijo. Supongo que se distribuiría una nota, y además el discurso que se dijo que pronunció y que  todo el mundo acepta que dio, se publicó en la web del BCE antes de pronunciarlo.

La ley del silencio se impone cuando una situación es catastrófica y así va a seguir. Además se da otra circunstancia: cada vez menos gente quiere saber sobre la evolución de las cosas. Sabe que todo está fatal, y asume que así va a continuar durante mucho tiempo. Es suficiente.

Pero esa gente que se gasta ese dinero en su disfraz y los 25 € en ese menú puede que sea la que está gastando menos en bienes de primera necesidad: más del 6% ha caído en España el gasto en esos bienes; o sea la que para financiarse ese disfraz y ese vestido está desahorrando:  la tasa de ahorro en España está en caída libre.

Vale, me equivoqué: el PIB está cayendo, el desempleo aumentando, la población es cada vez más pobre pero se compra disfraces y va a restaurantes a costa de gastar lo que tiene guardado y a cambio de alimentarse y cuidarse peor. También en eso somos diferentes a la gente de otras latitudes”.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.

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