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Población activa y población ocupada Ѣ€“ 1

Santiago Niño Becerra - Lunes, 14 de Diciembre Lo digo abiertamente: lo malo que tienen los políticos, y más si están en un Gobierno, es que sólo dicen, tan sólo cuentan, parte de historia. ilustraciónNo utilizan argumentos falaces (quiero suponer), pero manejan, únicamente, parte de la información: la que les interesa para convencer a un electorado, para calmar a unos gobernados, para que esos gobernados continúen esperando y creyendo lo que, de momento, conviene que esperen y crean.

La Señora Ministra de Economía dijo el pasado Jueves 3 que sería conveniente alargar la edad de jubilación, o, al menos, aproximar todo lo posible la edad de jubilación real a la legal; en otras palabras, que las personas trabajen más años. El motivo argumentado: garantizar la supervivencia financiera del sistema español de pensiones.

Uds. ya lo han leído aquí, pero volvamos sobre el tema. Si la edad de jubilación se alarga se produce un aumento de la oferta de trabajo expresada en horas trabajadas, luego, de entrada, habrá que ver si existe demanda de trabajo para esa oferta. Por otro lado, al aumentar la oferta de trabajo se hará menos necesaria la incorporación de jóvenes al mercado laboral, o se retrasará tal incorporación, lo que hará aumentar el desempleo juvenil. Y ello en una atmósfera de demanda de trabajo a la baja debido a la mayor productividad que el sistema productivo buscará (al menos tenderá a buscar) a fin de mejorar su eficiencia. 

Es decir, en el próximo futuro lo que puede suponerse es una demanda de trabajo a la baja y una oferta de trabajo mayor que la demanda, desde luego, lo más alejado que pueda esperarse de una solución al creciente desempleo español. A no ser que ...

Existe una posibilidad real de que la tasa de desempleo se reduzca en España, incluso con una demanda de trabajo a la baja. ¿Cómo?. Para ello deberían darse una serie de procesos. (Eliminen toda traza de Ética que en estos momentos pudiera haber en sus mentes).

La población activa debería decrecer, ¿Cómo se consigue eso?; a largo plazo reduciendo la tasa de natalidad, a corto plazo repatriando la emigración hoy no necesaria y planificando el crecimiento de la población activa de modo que trabajasen las personas más aptas realizando las tareas más convenientes a sus aptitudes.

Además, debería implantarse “el reparto del tiempo de trabajo” (no “el reparto del trabajo”: eso no existe: “el trabajo” no se puede repartir: es el que es y hay el que hay). “Implantarse” tiene connotaciones imperativas, ya lo sé. Deberían analizarse muy bien aquellas tareas cuyo tiempo de realización puede ser fraccionado sin merma en la productividad, evidentemente, y dividir ese tiempo en fracciones de modo que en cada fracción sea ocupada una persona distinta. La remuneración debería estar en función del valor añadido y del tiempo trabajado.

Combinando ambas actuaciones más personas estarían realizando una tarea (estarían ocupadas) pero menos personas serían susceptibles de ser ocupadas debido a que la oferta de trabajo descendería. De este montaje lo más complicado sería asegurar el mantenimiento del crecimiento de la productividad ya que el sector productivo debería garantizar el crecimiento continuado de la inversión; tampoco sería sencillo ir cuadrando oferta y demanda de trabajo, aunque podemos suponer que la demanda tendría muy claras en cada momento sus necesidades de factor trabajo.

Si no es a través de una estructura como la indicada, no me puedo imaginar como se puede, a la vez, reducir la población desocupada, aumentar la edad de jubilación, y mejorar la productividad, en un entorno de demanda de trabajo decreciente debido al creciente uso de tecnologías más eficientes y, obviamente, ahorradoras de factor trabajo. Pienso que alguien debería preguntar a la Señora Elena Salgado si está pensando en algo como lo indicado.

También, el mismo, día, la Señora Ministra de Economía volvió a utilizar parcialmente una información, lo hizo cuando puso como ejemplo a los Países Bajos como economía que había alargado la edad de jubilación. La afirmación es totalmente cierta, pero lo que la Señora Salgado no dijo es que mientras en España la tasa de trabajo a tiempo parcial es del 9% (siendo, en muchos casos, la persona contratada a tiempo parcial contra su voluntad al desear serlo a tiempo completo), en los Países Bajos el 36% de la población ocupada desearía tener un contrato a tiempo parcial. Tampoco dijo que, a día de la fecha, mientras en España la tasa de desempleo ronda el 20%, en los Países Bajos es menor del 4%. Ni tampoco que el tipo de PIB que España genera es radicalmente distinto del que generan los Países Bajos.

Mañana seguimos.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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