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Prisa, medidas de emergencia

Redacción - Sabado, 06 de Diciembre El grupo Prisa se enfrenta a sus momentos más críticos de su historia. Con una deuda de más de 5.000 millones de euros, de la que cerca de 2.000 millones le vence el próximo mes de marzo, su situación puede alcanzar tintes dramáticos ante un eventual fracaso de la emisión de bonos convertibles aprobada para tener liquidez. Las acciones del grupo de comunicación han caído un 10,64 por ciento esta semana y ya acumulan una caída del 80 por ciento en el año

Las dificultades financieras por las que atraviesa al grupo deja pocas alternativas además de la emisión de bonos convertibles para hacer frente a la deuda a corto plazo. O bien la venta inmediata de activos o bien la entrada de nuevos socios financieros que aporten liquidez y solidez financiera. Dos opciones a las que el grupo está abierto. De momento ya ha anunciado un intenso ajustes de gastos que tendrá como primera consecuencia el cierre de su televisión local “Localia”.

En este sentido, el consejero delegado del grupo de medios Prisa, Juan Luis Cebrián, ha confirmado, en la junta extraordinaria de accionistas celebrada este pasado viernes, negociaciones con Telefónica y Vivendi sobre una posible venta de su negocio de televisión de pago Digital+. No obstante, estas conversaciones se encuentran en fase preliminar. Los expertos recuerdan que, por cuestiones de competencia, Telefónica no podía presentar una oferta en solitario por la televisión de pago, por lo que se negocia una propuesta conjunta con Vivendi. La operación, por tanto, tiene que limar importantes flecos como el precio y el peso de cada sociedad en la posible oferta.

En cualquier caso, el presidente del grupo, Ignacio Polanco, ha asegurado que no tienen intención alguna de vender activos por debajo de su valor real. Para poder cumplir este objetivo los accionistas han aprobado la emisión de bonos convertibles para captar un total de 2.000 millones de euros que irán destinados básicamente a hacer frente a la deuda a corto plazo. El presidente ha insistido además en la fortaleza financiera del grupo.

Priso ha propuesto además no pagar dividendo con cargo a las cuentas de 2008, en el que espera alcanzar una facturación próxima a los 4.000 millones de euros y un resultado bruto de explotación de 934 millones de euros. Medidas todas ellas destinadas a afrontar un dificil 2009 para el que el grupo ha pronosticad un descenso de las ventas de hasta el dos por ciento, con estabilidad en el resultado operativo.

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