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“Riesgo moral”

Santiago Niño Becerra - Martes, 30 de Septiembre ¿"Riesgo moral"?, ¿qué es el "riesgo moral"?. Lo que comúnmente se entiende por "riesgo moral", ¿qué supone?.

Estas reflexiones vienen a cuento tras las intervenciones que sobre todo el Estado USA (suena raro decir eso, ¿verdad?) -aunque no nos olvidemos del británico y del alemán- han estado llevando a cabo en los mercados financieros a fin de salvar a entidades, en puridad, quebradas; a raíт­z de ello han aparecido una serie de escritos criticando la hipocresíт­a del mal llamado neoconservadurismo que reclama la no intervención estatal cuando las cosas económicas van bien, pero que se lanza sobre el Estado solicitando su apoyo cuando van mal. Pienso que todo esto merece un comentario.

El origen remoto del actual modus operandi económico se halla en la postura que la burguesíт­a manufacturera adoptó tras la restauración de 1815. A cambio de no meter las narices en políт­tica y dejar a las monarquíт­as que hicieran lo que quisieran, consiguieron licencia real para, en lo económico, actual como les pluguiera.

Esa clase burguesa, visceralmente liberal (era la que habíт­a diseñado la revolución de 1789) y ya absolutamente capitalista, teníт­a muy claro que ella era la que, crecientemente, teníт­a, e iba a continuar teniendo, una creciente importancia ! porque era ella la que, crecientemente, iba a generar un mayor porcentaje de la producción de los reinos (hoy diríт­amos del PIB), por lo que, inconscientemente, al principio, fue madurando la idea de que, ella, lo que ella significaba, no sólo era necesario, sino totalmente imprescindible.

La evolución de la Historia es conocida: en pocos años la burguesíт­a fue adquiriendo un creciente poder, económico, claro, y, de ahíт­, políт­tico; en todas partes, pero, sobre todo, en USA debido a que USA se fue creando a medida que se fue desarrollando económicamente, es decir, más que en otros paíт­ses, en USA la economíт­a ha ido, desde sus oríт­genes, unida a la políт­tica: los padres de la independencia y de la constitución USA eran ricos plantadores, es decir, burgueses, e ilustrados, lo que les dio una visión económica de la políт­tica,

Visión económica de la políт­tica, es decir, liberal en cuanto a la no sujeción a regulaciones, pero conservadora en el entendimiento de la realidad: conservar los oríт­genes, las creencias: “que nadie olvide nuestra importancia, nuestro valor”. “Nos debemos al pueblo: de nuestro nivel (WASP, en USA) pero nadie debe olvidar quienes somos ni lo que representamos”.

Si uno de sus miembros, o varios, fracasaba en sus quehaceres, era porque “lo habíт­a hecho mal”, porque no habíт­an sabido adaptarse a los cambios, porque no habíт­an innovado, porque eran débiles; de hecho fue la burguesíт­a quien inventó el darwinismo social. Sin embargo, cuando algo atenta contra su clase, cuando es la burguesíт­a en su conjunto quien está en peligro, cuando peligra lo que representa, cuando puede dañarse su papel económico conjunto, entonces, por eso que ella representa, debe recibir, de quien sea, el apoyo que precise para que no se hunda, pero no por caridad, ni por amor al prójimo, sino porque debe ser asíт­: por definición no debe caer EL pilar económico, políт­tico y social del sistema.

Esa antigua clase burguesa son hoy las entidades financieras y las manifestaciones que de lo financiero tienen las grandes compañíт­as, y ese “quien sea” que debe apuntalar a esa clase no puede ser más que el Estado y los organismos económicos internacionales.

Por tanto, no existe hipocresíт­a en la postura de un banco de inversión, o en las peticiones de un fondo de pensiones o de una compañíт­a de seguros para que el Estado haga “lo que sea necesario” a fin de asegurar el correcto funcionamiento de su estructura. Y si en alguna ocasión llevaron a cabo prácticas que hubieron podido incidir negativamente en la marcha de sus economíт­as particulares o en la de la macoeconomíт­a nacional, ello fue el resultado de que “ellos” siempre buscaron la manera de llegar “más allá” a fin de crear más riqueza, lo que sucede es que, a veces, las cosas no salen bien.

No hay hipocresíт­a, no hay cinismo, hay, tan sólo, la creencia de que “ellos” son la esencia de la realidad, por lo que todo lo demás es “lo otro”. En consecuencia, ¿cómo no va, el Estado, algo que existe por “ellos”, a tomar las medidas que sean convenientes para asegurar su supervivencia?. ¿El coste de las medidas?, evidentemente debe ser repartido entre todos quienes forman el Estado: si “ellos” desapareciesen, ¿permaneceríт­a todo lo demás?.

(No estoy hablando de políт­tica: nunca lo hago: en el reino, el Gobierno ha confeccionado los presupuestos del próximo año. Lo importante: para el 2009 se supone un crecimiento del 1,0%, un aumento de los ingresos públicos del 0,8% y un resultado presupuestario del -1,5%. Dice el Ministro de Economíт­a que lo más gordo ya ha sucedido este año, pero la partida que proporcionalmente más crece es “Desempleo”: el 24%. Lo que yo pienso: hoy, mañana !: vamos a peor: en el 2009, el crecimiento oscilará entre el -0,3% y el -1,0%, los ingresos públicos se van a hundir, y el resultado presupuestario oscilará entre el -2,0% y el -3,0%, y no será peor porque los gastos se van reducir a nivel de 4у”šÑ‚º sótano).

(Ayer, titular de Le Monde en “12:15”, su sección de economíт­a para abonados: “La finance européenne en crise, l’Etat interviene”. ¡Joder!; cierto es, pero impresionaba).

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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