La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

Telefónica cierra la sesión con una subida del 3,2 %, alejada de máximos, y fortísimo negocio entre compras, recompras y coberturas

Redacción - Miercoles, 20 de Diciembre

La operación Telefónica ha vuelto a coger desprevenidos a muchos bancos de inversión, gestores, analistas, opinantes y otros participantes en los mercados. Ha subido al cierre un 3,2%, tras alcanzar un máximo intradía del 7%. "Lo más curioso", comenta un experto, es el predominio de sensaciones negativas, lo que siempre, en pura metodología bursátil, es una buena noticia a medio y largo plazo. El volumen de negocio, continúa, ha sido inusualmente alto, pero difícil de cuantificar, porque hay varias plataformas operando en el mercado español, pero en todo caso, en la zona de los 40 millones largos de acciones. A la recompra de posiciones cortas se ha sumado, la reincidencia de antiguos y nuevos actores en este tipo de operaciones; a los que compran, porque confían en la compañía y su futuro y, por supuesto, a los que venden. En cualquier caso, sorprenden reacciones de este calibre cuando la noticia ya fue anticipada hace semanas. Jolgorio de manifestaciones, propias del corto plazo. Ahora hay que ver cómo se desarrollan los acontecimientos, una vez que se ha hablado del cambio del actual equipo gestor, del intervencionismo del Estado y, también, de lo contrario, aunque compañías como Telefónica cuentan en Europa con mucho peso del Estado en su accionariado. Creo que la historia de Telefónica y de la reestructuración del sector de las telecos acaba de comenzar", sentencia.

Como saben, el Consejo de Ministros en su sesión de este martes ha acordado ordenar a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (“SEPI”) que lleve a cabo la adquisición de hasta un 10% del capital social de la compañía Telefónica, SA (“Telefónica”). Telefónica es una compañía líder en el ámbito de las telecomunicaciones tanto en España como en el plano internacional. Desarrolla un conjunto de actividades que resultan de crucial relevancia para la economía, el tejido productivo, la investigación, la seguridad, la defensa y, en definitiva, el bienestar de los ciudadanos. Con una vocación de permanencia, la participación de SEPI permitirá proporcionar a Telefónica una mayor estabilidad accionarial para que la compañía alcance sus objetivos y, por ende, contribuirá a la salvaguarda de sus capacidades estratégicas. SEPI procederá a llevar a cabo los trámites y actuaciones que permitan poner en marcha el proceso para, minimizando el impacto en la cotización, completar la adquisición del volumen de acciones necesario, señala el comunicado a la CNMV.

Un análisis, vía Capital Bolsa, del asunto, al considerarlo más neutral en nuestra opinión: Análisis de Telefónica: ¿Quieren todos a Telefónica... menos los inversores finales?

Mientras se suceden los anuncios de inversiones en Telefónica por parte de distintos actores mundiales, la cotización de la operadora en bolsa se desmarca de la buena tendencia del Ibex que sube cerca del 25%, al experimentar revalorizaciones que apenas superan el 7% en el año.

¿Quiere esto decir que el descuento de expectativas sobre el crecimiento de la empresa está en mínimos? Pues si miramos al interés de inversores finales en bolsa y al generado en ciertos operadores mundiales, sin duda alguna que existen claras divergencias.

La adquisición de hasta un 10% de las acciones de Telefónica por parte de la SEPI supone una importante estrategia de Estado. Este movimiento estratégico garantiza la estabilidad de los principales accionistas de Telefónica, protege a la compañía de las fluctuaciones del mercado y garantiza una base accionarial sólida y predecible. La medida refleja los esfuerzos por proteger los intereses estratégicos nacionales, dada su posición en comunicaciones, innovación y seguridad.

Esta intervención también puede verse como una medida defensiva frente a las inversiones del Fondo Saudí STC, para mantener la influencia y el control estratégico nacional dentro de las fronteras de España. Este enfoque no es exclusivo de Europa, ya que otros gobiernos también tienen participaciones en empresas que son estratégicas para sus intereses nacionales.

Para los inversores y el mercado, la adquisición de SEPI puede interpretarse como un intento de minimizar el impacto en los precios de las acciones y alinearse con la tendencia europea más amplia de inversión gubernamental en grandes empresas. Convertir a SEPI en un accionista importante podría aumentar la influencia del gobierno sobre la estrategia corporativa de Telefónica, lo que podría tener un impacto significativo en la gobernanza y la dirección futura de la empresa.

La entrada de SEPI como accionista de referencia reestructurará la propiedad y el gobierno de Telefónica, pues superará las participaciones de accionistas como BBVA y BlackRock o el mismo fondo saudí. Esta evolución permite a España equilibrar su posición con países como Alemania y Francia, que poseen grandes participaciones en Deutsche Telekom y Orange, respectivamente.

Los inversores deben considerar cómo afectará esta nueva estructura de propiedad a la estabilidad y la estrategia futura de la empresa, prestando al mismo tiempo mucha atención a las tendencias de los precios de las acciones y al sentimiento del mercado.

La zona de los 4 euros es actualmente, el muro de granito a superar. Veremos si la fuerza acompaña a los inversores y la operadora es capaz de reducir su distancia a la media del Ibex-35




[Volver]