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Textos y escritos

Santiago Niño Becerra - Martes, 27 de Abril Hay escritos que alumbran, como el comunicado que la CECA (en su momento, ¿por qué se escogería el título que hoy tiene la agrupación de Cajas de Ahorros españolas?,ilustración ¿nadie reparó en el acrónimo que iba a resultar de tal denominación?, ¿en sus reminiscencias?) ha emitido en relación a la elección del Sr. Isidre Fainé como presidente de la organización. De su lectura resalto:

1 Ѣ€” El texto hace un encendido elogio de todo lo bueno que en el pasado han hecho las Cajas españolas, pero no dice ni pío de la contribución que han realizado al megafollón económico-financiero en el que nos encontramos; ojo, no estoy diciendo que el escrito no esté reconociendo una culpa que, pienso, no tienen, pero sí, también pienso, debería hacer referencia al protagonismo que las Cajas han tenido en la creación de una situación inevitable pero que ahora se está viniendo abajo.

2 Ѣ€” Importante: entiendo que el texto dice que hay que hacer una serie de cosas y que van a hacerse, cosas que algunas serán feas porque deben serlo y otras no demasiado bonitas porque así deberá ser, pero que se harán.

3 Ѣ€” Que la libreta de la abuelita está muy bien, pero que hay que mirar al futuro y que tal vez -¿posiblemente?- en el futuro las libretas de las abuelitas serán menos importantes de lo que ahora son, lo que supone afrontar los cambios que haga falta para adaptarse a un entorno postglobal (el escrito no utiliza este término: eso es de mi cosecha).

El Señor Isidre Fainé va a tener mucho trabajo (quienes le conocen afirman que capacidad de trabajo le sobra), pero, pienso, más que trabajar mucho -que tendrá que hacerlo- va a tener que tomar decisiones muy complicadas: recuerden lo que leyeron aquí hace unos días: pienso que, en no más de diez años, en España no quedarán más de 4 ó 5 grupos de Cajas, de cajas que, sigo pensando, no serán como ahora son, ¿por qué?, por lo de la abuelita que antes decíamos.

En esa línea, que las Cajas se privaticen, o no, es, pienso, lo de menos. Lo fundamental será que esos grupos sean eficientes; por lo mismo, que sean S.A.s o no-S.A.s, tampoco es significativo. En ese sentido, continúo pensando, quienes temen que las Cajas (o en lo que se conviertan) dejen de realizar la obra social que llevan a término pueden estar muy tranquilos: tal y como lo veo la obra social de las cajas puede ser uno de los gérmenes de un Tercer Sector potente que la lógica de las cosas llevará a poner en marcha.

No abro paréntesis porque no cambio de tema: el Informe de Primavera del FMI: vayan aquí http://www.imf.org/external/pubs/ft/gfsr/2010/01/index.htm y aquí http://www.imf.org/external/pubs/ft/survey/so/2010/RES042010A.htm y fisgoneen lo que les apetezca. ¿Qué dice?, pues, entiendo, que Diego dijo lo que digo cuando en realidad estaba diciendo que ni si ni no sino todo lo contrario. ¿Un trabalenguas?, no, ¡que va!.

Cada vez estamos más cerca de la llegada del cambio sistémico que tarerá lo que está llegando y ya toca empezar a preparar al personal. Lo que viene a decir el FMI, pienso, es que la medicina que se ha estado administrando no ha sido la correcta porque el diagnóstico no era el adecuado ... pero era el único posible: para evitar que a partir de Septiembre del 2007 se entrase en una caída en espiral de-todo que aún no era procedente: utilizando los más variados instrumentos se inyectaron cantidades monstruosas de pasta en el sistema, pasta que ha pospuesto el desenlace, pero pasta que ha dado lugar a unos déficits tremebundos que han puesto en movimiento un volumen de deuda que ha ido siendo comprada, pero que es indigerible, lo que pone sobre la mesa un problemón global en el que las economías más dependientes, más débiles, menos productivas (la española, por ejemplo) se hallan en una mucho peor situación.

¿Tiene la culpa el FMI de lo que recomendó hacer?, pienso que no, pero si, pienso, de no haber dicho las cosas antes y de forma más clara (de hecho esa es la culpa de Gobiernos e Instituciones). Culpa, no, pero error si (¿lo es en realidad?): el FMI habla, básicamente, de deuda pública, de las deudas de los Estados, y de lo que en realidad debería hablar es de deuda total; nuevamente España es un ejemplo: en relación al PIB: deuda pública: 60%, deuda privada: 230%, deuda de las entidades financieras: 110%. Pienso que el problema se halla en toda la deuda: en los impagados que van a derivarse: a medida que vaya aumentando el desempleo del factor trabajo, a medida que los activos inmobiliarios vayan depreciándose, a medida que las empresas no puedan ir atendiendo sus compromisos.

(¿El pretexto?. El affaire griego puede colapsar la “incipiente recuperación”: lo obvio es resolver satisfactoriamente ese affaire: ¿es posible?. Grecia debe casi 300 miles de millones, ¿puede pagarlos?, no, por eso está refinanciando. Las expectativas de su economía, ¿permiten pensar que va a poder pagar lo que debe, más lo que refinancia, más lo que se le va a prestar con el plan de rescate, más los intereses?, pienso que no, al menos no de forma convencional. ¿Posibilidades de que las preguntas anteriores se vayan extendiendo a economías con problemas estructurales semejantes: baja productividad, elevada dependencia, ...?, todas. Luego la conclusión es evidente: Grecia se está convirtiendo en un pretexto, no en el pretexto, pero si en uno de los argumentos que serán utilizados para explicar la crisis sistémica que está llegando: uno: habrá más. Pues vale.

¿España?: lo dicho: cuando finalice su presidencia europea ...).

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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