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Tras las críticas recibidas, Hussman se defiende y mantiene su postura bajista

Carlos Montero - Martes, 07 de Febrero Los mercados de acciones estadounidenses han tocado máximos multianuales, es el caso del S&P 500 o el Nasdaq, o se encuentran muy cerca de máximos como en el caso del Dow Jones. El gran catalizador de este repunte no son los resultados empresariales, que en su conjunto son algo débiles, sino unas cifras macroeconómicas por encima de lo esperado y una inmensa liquidez. Las últimas, el ISM servicios y el dato de empleo de enero.

La semana pasada publicamos un artículo refiriéndonos a las perspectivas, muy sombrías, del afamado gestor de hedge funds John Hussman. Tras los últimos datos económicos las críticas han arreciado contra él y lejos de rectificar, sostiene que nada ha cambiado para que mantenga una previsión de recesión en Estados Unidos y un desplome del mercado bursátil del 25% a lo largo de 2012:

La noticia más importante en los mercados financieros la semana pasada fue, sin duda, el informe de empleo de enero, que mostró un aumento de 243.000 en las nóminas no agrícolas, superando la cifra de 150.000 esperadas por el consenso de los economistas. Dos preguntas surgen de inmediato. ¿Significa esta noticia un cambio en la probabilidad de que llegue una recesión económica en Estados Unidos? ¿Y cambia esto las perspectivas y los riesgos para el mercado bursátil?

Con respecto a los riesgos de recesión, Hussman dice que el informe de empleo de enero aumenta la divergencia entre las perspectivas económicas, donde hay un gran conjunto de datos que apuntan a que se acerca una recesión, y la situación actual (indicadores de PMI, solicitudes de prestaciones de desempleo) y pasada (tasa desempleo), que son más favorables.

Y he aquí el dilema. Es innegable que las medidas de las condiciones actuales han mejorado en los últimos meses, pero no hemos visto esa mejora en los indicadores líderes más importantes. Así que, o los datos líderes se quedarán extrañamente rezagados o lo que es más probable, los datos coincidentes empezarán a decaer y se deteriorarán. Hussman reitera que la perspectiva más probable es una recesión económica, y que no está del todo claro que los cambios más recientes en los datos de empleo cambien ese riesgo.

Hussman cita factores estacionales, cierto “maquillaje” en las estadísticas y un extraordinario suave invierno (mayor actividad comercial y construcción) que pueden explicar el buen dato de empleo de enero.

Por otra parte, el último dato ISM también pareció una mejora por la revisión a la baja de algunas lecturas internas en los datos de diciembre. De hecho, los nuevos pedidos en 57,6 fueron iguales que el dato “original” de diciembre, que finalmente fue revisado a la baja a 54,8.

Como ahora, Hussman recibió críticas idénticas cuando advirtió de una posible recesión en mayo de 2008, cuando el S&P 500 subió brevemente por encima de su máximo de 6 meses y los spreads de crédito mejoraron a su mejor nivel en 6 meses, lo que llevó incluso a que el indicador de recesión que elabora se girara. En ese momento, la Fed estaba en plena QE, el Congreso había aprobado una economía de “estímulo” en forma de devolución de impuestos, los datos económicos venían tibios pero mejor de lo esperado y cualquier preocupación por la recesión se veía con desdén.

El S&P 500 repuntó un 12% durante un período de alrededor de 10 semanas, y se quedó a solo un 8% de su pico de 2007, después de haber recuperado gran parte de lo que era (en retrospectiva) un ola de ventas de un mercado bajista inicial. Ese fue el ejemplo más reciente del “síndrome de agotamiento” que surgió la semana pasada.

“Aunque no creo que tengamos un crash como el de 2008, espero una caída del 25% del mercado. No creo que la probabilidad de recesión sea del 100%, pero la evidencia principal sigue indicando que lo más probable es una recesión”, añade. Aunque Hussman vigila una gran cantidad de indicadores, da un par de indicadores clave a vigilar para saber que los riesgos de recesión están decayendo:

a) una mejora en los principales indicadores de la OCDE (EE.UU. y el mundo en su total), junto con,

b) una vuelta al crecimiento positivo en el índice ECRI anticipado semanal.

“Esos cambios pueden ocurrir muy rápidamente, pero no los observamos en la actualidad.”

Aunque Hussman no es ajeno a los buenos datos actuales y rezagados, ve riesgos de recesión en los indicadores adelantados que típicamente conducen la economía. El problema es que a pesar de que los inversores saben que los datos rezagados son atrasados, se están uniendo a unos buenos datos actuales que se pueden “ver y tocar”. Por el contrario, a pesar de que los inversores saben que los líderes son los que conducen el precio de las acciones, se trata de datos que todavía no han entrado en los modelos de previsiones. Así, es natural que el centro de atención se encuentre en los datos que se pueden ver y tocar, incluso si no son indicativos del futuro.

 




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