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Una diferente formación

Santiago Niño Becerra - Martes, 20 de Agosto

Hace unos días recibí un mail:

“De las hipótesis que Ud. maneja, se intuye que habrá de haber una profunda transformación de la idea con que se accede a la universidad como medio de "ascensor social", de mejora en la remuneración por el trabajo.

Y eso será especialmente acusado en las ramas de actividad que, en un futuro sin crecimiento, no tendrán actividad significativa; o en ramas cuya remuneración será mínima y comparable a vender fruta en las esquinas.

Así pues, será desastroso para individuos de procedencia de familias de trabajadores manuales que se esfuercen en estudios en los que no habrá trabajo. Y convendría ayudar a minimizar esos daños personales, aclarando que sectores de actividad no tendrán recorrido en el futuro.

Y se me ocurre un sector especialmente indicado: la arquitectura; siempre se ha dicho que un hijo de pobre y sin relaciones sociales con ricos no debería estudiar para arquitecto, pero si el no crecimiento es acertado las casas en ejecución -u obra pública- van a ser mínimas”.

Mi respuesta.

“No crea, en estos años pasados personas que no eran ‘hijas de ricos’ han estudiado arquitectura y han conseguido situarse bastante bien en términos profesionales. En concreto en esta profesión el problema es otro: pienso que cada vez se van a difuminar más las diferencias entre arquitectura e ingeniería.

Yendo al fondo de lo que Ud. plantea: la crisis, por otro camino, está poniendo de manifiesto el tremendo error que supuso ningunear la Formación Profesional en España, ningunearla y marginarla. Lo que pienso es que el concepto que hoy se tiene de ‘Universidad’, evolucionará.

Profesiones y sectores que no tendrán recorrido en el futuro, no lo sé, lo que sí se están insinuando aquellos que van a tener importancia: la logística, la biogenética y la bioingeniería, temas relacionados con energía, lo que yo denomino el Sector R: reparación, reciclaje, recuperación, reutilización, …”.

Una de las consecuencias que está trayendo esta crisis es el cambio en el modo como las cosas eran vistas por la población en general. Hasta hace nada la Universidad era la quintaesencia a la que las clases media y trabajadora podían aspirar; hoy eso ha cambiado, y esa idea está cambiando entre las propias chicas y los propios chicos que se hallan en edad de comenzar sus estudios superiores. Es decir, la Universidad deberá entrar en otros ámbitos. Y esa evolución de la Universidad y en la Universidad será positiva (lo está siendo ya)”.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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