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Varias cosas

Santiago Niño Becerra - Martes, 12 de Enero Una cosa. ¡Acuerdo social!: ilustración con eso, ¿se reduce el desempleo?; es decir, con eso, ¿crece la demanda de trabajo?; en otras palabras, con "acuerdos sociales", aumenta la necesidad de factor trabajo de las empresas?.

¡Diálogo Social!: con eso, ¿aumenta la productividad? (la buena, claro); es decir, con eso, ¿crece la necesidad de inversión y de trabajadoras/es más y mejor cualificadas/os por parte de las empresas a fin de producir más valor por unidad de factor productivo); en otras palabras, con eso, ¿tiende a variar la estructura del PIB español a fin de que se produzcan bienes y servicios de más valor añadido?.

Pienso que no, que el “acuerdo social” que se reclama, que el “diálogo social” que se preconiza, lo que se busca es el abaratamiento del factor trabajo, la reducción de su coste, nada más. Y no por nada, sino porque no se puede hacer otra cosa.

Las posiciones de salida de ambas partes lleva a corroborar lo anterior: los sindicatos solicitan la reducción de los contratos temporales, es decir, piden que la demanda de trabajo necesite más tiempo a las trabajadoras y a los trabajadores que contrata: pienso que es simplemente quimérico: vamos hacia ahí. Las empresas quieren abordar la flexibilidad interna, pero nada dicen del exceso de capacidad productiva de la mayoría de subsectores.

Otra cosa. Rebajas. Me lo comentó el primer día del período un conocido: “partiendo de la base de que con los descuentos que están ofreciendo tiendas y almacenes, están ganando dinero, ¿cuánto ganan cuando no hacen descuentos?”. Hay que reconocer que la pregunta tiene su lógica y yo tengo que admitir que ignoro su respuesta, suponiendo que esta no será única, pero la pregunta de mi conocido me condujo a otra cuestión.

Si cuando “España iba bien y más que bien” (de otros países cabría decir cosas muy parecidas) y tiendas y almacenes estaban a rebosar y nadie preguntaba los precios de lo que se adquiría porque los plásticos estaban perfectamenteengrasados, ahora que “España no va bien” y la ciudadanía se mira mucho que comprar y donde comprarlo, y se pregunta por la necesidad real de aquello que desearía pero que su plástico no soporta; si ahora que se están abordando temas como el exceso de capacidad productiva; ¿cuál debe ser el exceso de capacidad comercial al detall en función de la capacidad adquisitiva actual de la población?.

Tremenda cuestión. De intentar resolverla, posiblemente llegaríamos a la conclusión de que sobran numerosas tiendas y bastantes almacenes y de que faltan precios más ajustados a la realidad, perdón, he querido decir márgenes. En las rebajas de Invierno del 2010 se están ofreciendo, de entrada, descuentos del 70%, pero nadie habla de una “reconversión del sector”; o es que, recordando aquella frase, “la mejor reconversión es aquella de la que no se habla porque se hace sola”. Curioso.

Otra cosa más. La reunión que el Sábado 9 tendrá en Suiza lo más granado del sistema financiero internacional, es decir, la reunión que el Sábado 9 mantendrán quienes son alguien en el sistema bancario del planeta, o, al menos, quienes han podido/querido asistir a esa convocatoria. ¿Es necesario que físicamente se reúnan?, claro que no: pueden estar en contacto cuando quieran utilizando métodos que podemos suponer impenetrables; la razón de la reunión, entiendo, estaría orientada a la opinión pública: “Los dioses se reúnen: algo sucede”.

Se han reunido más veces en el pasado, si, pero esta vez las cosas son muy diferentes: abiertamente lo dicen: ellos (en el grupo hay pocas “ellas”): nivel de deuda privada, ya alcanzado, monstruoso, deuda que, de alguna manera, habrá que pagar; déficits estatales (y locales) desmesurados, lo que supone caída en la fiabilidad de esos Estados; debido a lo anterior, deuda pública en meteórico ascenso, deuda que también habrá pagar, y pagos que serán crecientemente más caros lo que, de forma creciente, restará posibilidades al sector público y al privado; desempleo del factor trabajo, alto o muy alto, pero con tendencia al alza (pienso que piensan: por el panorama). 

Y ellos, los dioses, en medio: son jueces, partes, testigos y acusados: les deben pastones inmensos, pero ello deben la intemerata, y se apoyan en cosas cuyo valor real no está escrito, quiero decir, reconocido; y el BCE diciendo que va a liquidar la barra libre, y la FED pregonando que hay que regular. Si hacen una torre con fichas de Dominó ya saben lo que sucede si mueven una de las que están más cercanas a la base. Pues eso: todo cogido con alfileres; a la que toque algo, lo que sea ...

(Lo del HSBC, ya saben: que la deuda española debería tener una calificación dos o tres niveles por debajo que la que tiene: en el fondo da igual que sean dos o tres porque lo que importa es lo que eso supone: menor confianza. Confianza: se está perdiendo, en todo; y mucho ojo con eso: cuando la confianza se rompe no hay forma de repararla).

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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