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El apartamento

Santiago Niño Becerra - Jueves, 23 de Marzo

Recibo un mail de un lector. 

“(…) me animo a escribirle. La razón es uno de sus artículos, y última frase del artículo”  

Brevemente, situación personal y ejemplo: después de trabajar en el transporte por demasiado tiempo, con la llegada de inmigración no cualificada y fin entonces de dietas, horas, etc..., decido emigrar para "reciclarme" o "reinventarme". Pienso en el Turismo y me voy a Inglaterra a fregar platos como un loco. Todo sale bien y acabo de supervisor por la noche de un hotel de una gran cadena, con mucha experiencia. 8 años mientras tanto.

Viendo el percal decido volver y capitalizar el paro acumulado, ya que me temo que tiene los dias contados. Mientras tanto busco trabajo de lo mio.

Sorpresa(s): en diez meses en Valencia sólo me llama para entrevistarme el director del único hotel que aceptó mi CV en mano. Director inmigrante, por mantener aún expresiones del otro lado del charco, posiblemente no tenía él mismo a nadie "asignado" de antemano. Gran cadena, el director me dice que me contrataría en el momento, pero va a dejar a la jefa de recepción que me entreviste también. Esta ya es autóctona.

La entrevista con la Jefa de Recepción es surrealista y ya me doy cuenta de que ella sí tiene "asignada" ya a una persona para el puesto.

La primera en la frente. Sin contactos, da igual un CV como el mío. Da igual la experiencia, etc...  8 años perdidos, se dice pronto.

La segunda es, que ya por edad (pasados los cuarenta), y con buena experiencia en ello, decido montarme por mi cuenta algo que ya había llevado desde UK para un familiar, con excelentes resultados, excelentes en el sentido de ganar un sueldo y la experiencia obtenida: la palabra maldita, Airbnb.

Sin ningún problema con la Comunidad de Vecinos, en absoluto, no puedo dejar entrar en mi casa a quien yo desee. Punto, yo no veo más. No se dan licencias. El Levante sigue la correa de transmisión política marcada desde Barcelona.

(Apunto aquí que pese a lo que se diga esta plataforma eleva el nivel del turismo que llega a la ciudad, precisamente por los filtros a los que ha de pasar el cliente, filtros que no pasa en un hotel.)

Y me giro entonces a la otra alternativa, Uber (trabajé en el transporte, me gusta conducir) y me entero que en España también se la han cargado.

Resultado: por falta de contactos estoy de vuelta en UK donde conseguí trabajo desde España, casi al momento. Eso en el mejor año del Turismo español jamás de los jamases.

Y las posibilidades de estar como autónomo se me cierran. Curiosamente además en un sector como el del transporte de pasajeros tan necesitado de renovación y competencia: en multitud de ocasiones mis clientes de Airbnb me preguntaban porqué los taxis no tenían datáfono. Mi respuesta era: "porque no lo necesitan".

Así pues, finalmente: ya que los contactos van a ser tan importantes, más que los CV, ¿que sugiere usted? ¿Acabaremos como Jack Lemmon en "El Apartamento" dejando nuestra casa como picadero para ganar puntos en nuestra network?”

Mi respuesta fue:

“Hoy los contactos son imprescindibles con un CV bueno y con un CV buenísimo, con uno malo o sin CV da igual. El problema se halla en lo que tantas veces he comentado y que ya se está reconociendo (últimamente en el Foro anual de Davos que tuvo lugar a finales de Enero: no hay trabajo para todo el mundo, y en España en concreto la situación es aún peor porque partes importantes del PIB son estacionales: turismo, hostelería, restauración, ocio, … además de que la propia evolución del sistema productivo tiende a la flexibilización, es decir, a la demanda de trabajo según necesidad, lo que se traduce en empleo a tiempo parcial; todo ello con niveles de remuneración, por decirlo de algún modo, superajustados.

Lo que no entiendo es porqué se fue de UK si allí tenia trabajo. ¿Fue por el Brexit? Al final no creo que suceda nada porque si expulsasen a todos los trabajadores no británicos la economía británica colapsaría, empezando por la sanidad.

Ese tipo de aplicaciones de la economía compartida que apunta, y otras por el estilo, acabarán imponiéndose por dos motivos. Por un lado porque permiten ocupar personas que se hallan desocupadas o complementar rentas de personas que se hallan subempleadas; por otro lado porque posibilitan que se utilicen plenamente elementos –viviendas o automóviles en los casos que apunta– que si no están subutilizados. Lo que sucede es que estas aplicaciones se implementaron en tromba sin ningún tipo de regulación, cuando diversas localidades españolas ya se hallan sobresaturadas por el turismo masivo (que fue llegando sin ningún tipo de regulación) y cuando existe un exceso de oferta de taxis metropolitanos.

En su caso pienso que no estaría de más que recuperase sus relaciones en UK, no sólo en el mundo de la hostelería sino también del transporte”.

Me respondió, y me dio razones para su marcha de UK. Finalizó su mail diciendo:

“Los contactos que tenía en UK los sigo teniendo, los de España también, pero no en el sector adecuado. Los tengo en el transporte. Sé lo que hay ahora en el transporte y no, creo que hice bien en venirme a cambiar de actividad. Lo vi venir todo, la burbuja, la crisis, todo, antes que el resto, pero se me fue a olvidar lo fundamental: los contactos en el sector adecuado”.

Para meditar.

(‘El apartamento’, Billy Wilder, 1960)

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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