La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

“El corralito que viene (o que ya está) bonos corporativos, cédulas, convertibles, pagarés…”

Daniel Gutiérrez - Lunes, 19 de Enero

¿Tienen hambre de papel? No se preocupen, que habrá para todos. "Nuestros estrategas de crédito esperan emisiones de deuda privada este año por más de 185.000 millones de euros, emisión neta de deuda corporativa y financiera. De materializase sería la cifra más elevada  de emisiones desde 2009. Y supondría un aumento del 34 % sobre los niveles de 2014. ¿Están preocupados por las cifras anteriores? Seguro que no es así. Y con independencia de que el emisor final sea local o no. Lo que subyace en esta "tranquilidad" es lo mismo a la propia confirmación de cuál es el riesgo ahora sobre los mercados: Grecia, Fed, crudo...no, el principal riesgo es precisamente que el BCE siga aplazando el QE. O directamente que defraude las perspectivas creadas con ello. Hace unos días un consejero de la Fed advertía de la necesidad de tomar medidas contundentes en Europa para luchar contra los riesgos, el mayor el de deflación. No, no hacía referencias a la dinámica de los mercados financieros", dice José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, que añade:

"La mayor parte de la emisión prevista sería a nivel corporativo,  sumando un total de 142.000 millones de euros. La emisión bruta por 250.000 millones de euros, por el contrario, apenas sube un 5.0 %.

Y esperamos una emisión neta negativa por 47.000 millones de euros para la emisión senior del sector financiero (195.000 millones emisión bruta). Pero emisiones al alza en la deuda subordinada: 31.000 millones en emisión neta.

Les dejo un interesante gráfico para meditar sobre el proceso de desintermediación bancaria en Europa al mismo tiempo que la fuerte recuperación de otro proceso, el de consolidación.  Son crecimientos en cifra anual.

 

 

Acto seguido, hablo con un gestor de patrimonios: "El corralito que afecta a miles de ahorradores españoles no es otro que la pérdida de valor de los instrumentos elegidos para colocar su dinero, porque la demanda en los mercados secundarios, si es que este ahorrador necesita su dinero antes del vencimiento, es raquítica y, además, mucho peor que la manifestada por los fondos buitre: los descuentos sobre precios teóricos son atroces, similares, incluso superiores, a los que ofrecen las preferentes. Y esto es así, porque en los últimos cuatro años, a golpe de apertura y cierre de los mercados de financiación a bancos y empresas españolas, se ha creado la mayor Bolsa ilíquida de instrumentos financieros.."

"Incluso los inversores que yo consideraba que tenían los nervios de acero han caído en la Gran Trampa, en la que yo denomino Bolsa de iliquidez. A la sombra de tipos cero, que se han mantenido durante meses y meses, unos y otros han emitido títulos de renta fija hasta la saciedad aprovechando, precisamente, la desazón de muchos ahorradores, que han visto cómo las letras del Estado apenas rendían algo, que la Bolsa es una ratonera, mucho humo, y que el tiempo pasa sin que su ahorro merezca mejor trato. Hay que tener, digo, nervios de acero y esperar con el dinero en la cuenta corriente sin recibir remuneración alguna. Es más, el dinero en el banco cuesta dinero. Pero es lo que hay. Ya vendrán otros tiempos, que vendrán. La avalancha de emisiones de bancos, cajas de ahorro y empresa con bonos convertibles, preferentes, cédulas hipotecarias...no tienen precedentes. Han dejado el mercado exangüe ¿Qué pasará a continuación? La experiencia demuestra que muchas de estas emisiones registrarán caídas de precios en picado, porque no habrá demandantes en los mercados secundarios, pero sí muchos oferentes. Se ha creado la Madre de Todas las Bolsas ilíquidas. Compras hoy un pagaré al 100% y mañana, si necesitas el dinero, te lo recomprarán al 70% o menos..."

“...Algunos me dicen que esperan al vencimiento. Llegado el vencimiento, les digo yo, muchas empresas te van a dar un abrazo. ¡Y date por satisfecho! Otras te darán papel por papel, es decir, te renovarán el que tienes. Y algunas ni siquiera llegarán al vencimiento. A la gente le cuesta mucho enfrentarse a la realidad y reconocer que no hay dinero para todos. Les cuesta reconocer, además, que hay empresas cotizadas en Bolsa que llevan mucho tiempo con la cotización suspendida, lo que confirma que el tejido empresarial español no es tan sano como se pregona. Por eso, el aluvión de emisiones reciente va a dejar muchos cacareando y sin pluma. Nadie hay seguro y la renta fija, como todo el mundo debería saber, ni es renta ni es fija…”




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