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El hoy del trabajo

Santiago Niño Becerra - Jueves, 19 de Marzo

Lo insinuó la Canciller de Alemania en Mayo del 2013: para los jóvenes –pienso que también pensaba en los no-jóvenes– un empleo mal pagado y con escasos derechos es mejor que ningún empleo. Lo que estaba diciendo Frau Merkel quedaba claro: la demanda de trabajo es la que es y es inferior a la oferta de trabajo existente, y así va a seguir, luego … La OCDE le está dando la razón: 

En España –parece ser que es donde corre más prisa hacer más cosas en este sentido– el despido debe abaratarse, y los contratos deben igualarse en cuanto a su tipología, y los salarios deben reducirse cuando convenga que se reduzcan. Matícenlo como quieran, pero lo que hay detrás de las palabras es eso.

No es que la OCDE esté a favor de la burguesía explotadora, es pura y simplemente que cada vez se necesita menos factor trabajo y su precio y condiciones deben adecuarse a la oferta de trabajo existente, es decir, de la población activa, que no baja. La tecnología reduce la demanda de trabajo, pero, a la vez, las menguantes rentas y las capacidades de endeudamiento a la baja minusvaloran la de consumo; ya, queda el ahorro: en eso se está ahora, en que la ciudadanía se lo gaste en consumir (lo que sirve para decir que ‘nos estamos recuperando).

Claro, vender algo sí no es fácil: que ‘el pueblo’ acepte menores pagos por su trabajo, peores condiciones de trabajo y mayor precariedad, por eso se inyecta la idea de que ‘flexibilizando’ el mercado de trabajo aumenta la demanda de ese trabajo que se mercadea, lo que es falso, y el ejemplo es España: empeora la situación de los trabajadores y se contratan a más menos horas, luego se reparte el tiempo de trabajo pagando menos; o aumentan las horas trabajadas en negro y no remuneradas, con lo que se beneficia quienes contratan –a lo peor sólo sobreviven– pero no quien trabaja.

A veces los representantes del poder dicen las cosas claras, como la, en su momento, Ministra de Trabajo italiana, Elsa Fornero, en Junio del 2012: que el trabajo ya no es un derecho, debe ser ganado, ¿cómo? aceptando lo que se ofrezca: ‘a través del sacrificio’.

Pue eso. Lo que no entiendo es por qué no se dice todo más claro: total, ¿qué puede hacer la gente sino aguantarse?.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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