En Alemania, también

Santiago Niño Becerra - Viernes, 13 de Mayo

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No sé cómo interpretarlo porque de política no entiendo, pero me llamó la atención, mucho, mucho. El pasado día 2 El País publicó una noticia: “El apoyo a la gran coalición cae al mínimo histórico del 50%”, Alemania es el país en el que eso sucede. A la noticia le acompañaba un gráfico superinteresante que es el que motiva este escrito.

El gráfico recoge, desde 1949, la evolución del porcentaje de voto obtenido por la CDU/CSU, por el SPD y la suma de ambos. El SPD alcanzó su máximo en 1972: el 45,8%; la CDU/CSU en 1983: el 48,8%, produciéndose el máximo de la suma de ambos en 1976: el 91,2%.

A partir de ese 91,2% se produce un declive paulatino, incontenible, con algún repunte. De hecho es posible ajustar una parábola casi perfecta a la evolución del porcentaje de votos acaparados por ambas formaciones desde 1949 hasta la previsión realizada en el 2016, desde aquel 60,2% de cuando finalizó la II GM hasta la actual estimación del 50,5% con el ya citado máximo de 1976.

No hay explicación económica a esta caída continuada desde 1976. El PIB pc, a pesar de todas sus limitaciones, es una muestra aceptablemente buena de la salud económica de un país o región, y salvo en 1975 que cayó frente a 1974, a 1990 y 1993 que lo hizo respecto a los años inmediatamente anteriores y en 2009 respecto al 2008, para recuperarse al año siguiente en ambos casos, el PIB pc siempre ha ido en Alemania para adelante. Entonces, ¿qué ha llevado a esa caída continuada del soporte en votos a los dos principales partidos políticos en Alemania?.

Mi teoría es la de que aunque el PIB pc haya continuado aumentando, a mediados de los 70 también en Alemania algo empezó a romperse: la creencia de que la Era de Oro empezada tras el fin de la II GM iba a ser eterna y la puerta de entrada a un lugar en que las cosas iban a ser diferentes habiéndose ya superado lo meramente material porque siempre se iba a disponer de ello; una puerta de entrada que se creyó franquear en Mayo del 68 y que cerró de golpe la crisis del petróleo, momento en el que en general empieza a ser cuestionados los principios hasta entonces vigentes y el modelo de protección social en concreto. Unos principios, una Era de Oro, que en Alemania se habían desarrollado bajo la influencia de esos dos partidos. Pienso que no es casualidad que el año de máxima actividad de la Fracción del Ejército Rojo fuese 1977.

¿Y ahora? El protagonismo de los políticos es decreciente y el papel que les toca desempeñar va a menos; todos los políticos y en todas partes, en Alemania también. Puede que aparezcan nuevas formaciones, mayor fragmentación, que la abstención aumente mucho y que se produzca la polarización hacia los extremos. En cualquier caso habrá que seguir administrando de forma eficiente unos recursos que son escasos y haciendo frente a una capacidad productiva que sobra en todas partes. En Alemania, también.

De todos modos, repito que yo no entiendo de política.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.

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