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Precaución: factores desestabilizadores en el horizonte

Christian Gattiker y Janwillem Acket, de Julius Baer - Sabado, 16 de Julio

Por el momento, se ha conjurado la amenaza de hundimiento de la actividad manufacturera mundial. El importante programa de inversiones públicas de China está comenzando a dar fruto, mientras que la estabilización de los precios de las materias primas también está contribuyendo a mejorar las perspectivas. Por lo tanto, el crecimiento económico mundial está cobrando impulso. No obstante, la economía se enfrenta a varias dificultades, entre ellas el fin del ciclo expansivo de los mercados emergentes. También han surgido nuevos riesgos. La decisión del Reino Unido de dejar la UE, la posibilidad cada vez más real de que Donald Trump se convierta en el próximo presidente de los EE. UU. y la política monetaria de la Reserva Federal estadounidense constituyen argumentos de peso para seguir siendo cautos de cara al segundo semestre del año, a pesar de que el panorama en los mercados de capitales es, en general, positivo. A comienzos de este año, la mayoría de los indicadores seguía apuntando a una desaceleración del sector manufacturero en EE. UU., China y un gran número de mercados emergentes, es decir, un conjunto de países que suman más del 50 % del PIB mundial. La excepción fue el sector manufacturero de la zona del euro, que se encuentra parcialmente protegido de los acontecimientos internacionales por un euro débil. Ahora que están estabilizándose los precios de las materias primas, el final de la recesión del sector manufacturero mundial se divisa en el horizonte. Sin embargo, el principal impulsor del crecimiento económico sigue siendo el consumo interno: el mayor poder adquisitivo, la mejora del empleo y los bajos costes energéticos están dando estabilidad a los datos económicos. 

Riesgos nuevos y factores negativos conocidos

Según Janwillem Acket, economista jefe de Julius Baer, la mejora de las perspectivas económicas se verá ensombrecida durante la segunda mitad del año por una serie de riesgos. «A consecuencia de la decisión de abandonar la UE, el Reino Unido se encamina hacia una probable recesión», señala. Se espera que el largo y complicado proceso de salida siga tirando a la baja de la libra esterlina (GBP) y de la tolerancia general al riesgo de los inversores.

Además, el programa del candidato republicano Donald Trump para la presidencia de EE. UU. podría presionar aún más la dinámica del comercio mundial. «La Fed está encontrándose con dificultades para ceñirse a su plan de subir los tipos de interés, aunque en nuestra opinión no es necesario un nuevo endurecimiento de la política monetaria estadounidense». Sin embargo, esta influyente variable brinda ahora una mayor certidumbre al resto de los países desarrollados: los tipos de interés permanecerán en niveles bajos durante mucho más tiempo. Por último, pero no menos importante, los factores negativos conocidos persisten, entre ellos el final del ciclo expansivo de los mercados emergentes. La acumulación de deuda durante los años de expansión sigue ahí y constituye un riesgo considerable, especialmente en China.

 

Reflación: temporal, pero real

Más allá de los posibles riesgos, en estos momentos la evolución económica es favorable para el crecimiento de los beneficios empresariales. Los estímulos presupuestarios en China, la estabilización de los precios de las materias primas y los efectos de base están dando más margen a las empresas para fijar sus precios de venta, por lo que cabe esperar una fase de reflación en los ingresos y los beneficios. Sin embargo, esta fase es temporal y limitada por naturaleza, ya que las causas estructurales de las bajas presiones actuales sobre los precios van a perdurar.

 

Los inversores y el veredicto británico: malo para la libra esterlina y Europa, bueno para los mercados emergentes

Según Christian Gattiker, estratega jefe y director de análisis de Julius Baer, el Brexit es un factor desestabilizador cuyas consecuencias podrían sobrepasar las fronteras del Reino Unido: «El resultado del referéndum británico genera incertidumbre en cuanto a sus efectos: ¿Supone simplemente el final del Reino Unido en la UE? ¿O es el principio del fin de la UE, o incluso del fin de la globalización tal y como la conocemos? Todavía es demasiado pronto para saberlo. Lo que sí sabemos es que la incertidumbre en torno a estas cuestiones no va a desaparecer a corto plazo. Cuanta más incertidumbre haya, más rentabilidad potencial demandarán los inversores. Por lo tanto, los activos de riesgo que estén expuestos a las cuestiones mencionadas estarán baratos durante el verano y posiblemente más allá, por ejemplo los bancos europeos». 

 

El gran interrogante es cómo lidiar con esta nueva situación durante los próximos meses. En opinión de Gattiker, todo se reduce a tres recomendaciones básicas: «La primera de ellas es mantener la calma, ya que la reacción de los mercados financieros no parece apuntar a un clásico movimiento en U del que poder beneficiarse; la segunda es buscar la calidad y no perder de vista los valores de crecimiento; y la tercera es buscar gangas en activos que siempre se quisieron tener en cartera, pero siempre estaban caros». La otra gran convicción es que la libra esterlina se devaluará con fuerza durante los próximos meses. El Reino Unido, una economía que presenta un gran déficit por cuenta corriente y depende enormemente de los flujos de capitales, sufrirá una gran falta de inversión extranjera directa a causa de las incertidumbres que se avecinan.

 

Se espera un movimiento lateral en las bolsas

Tras la reciente estabilización de las bolsas esperamos que la situación se calme hasta dar lugar a un claro movimiento lateral durante los meses de verano. Creemos que la selección de valores cobrará una mayor importancia en un futuro próximo. Desde una perspectiva mundial, es hora de elevar el peso de los mercados emergentes atendiendo a sus fundamentales y a su relativo aislamiento de los problemas europeos. Nuestros estrategas de renta variable han identificado varias señales positivas en la bolsa china. Por ejemplo, partiendo de las evidencias de los últimos diez años, el reciente aumento de la oferta monetaria probablemente se traduzca en más beneficios empresariales. Además, las acciones chinas muestran unas valoraciones favorables desde una perspectiva mundial. 

 

Las distorsiones en el mercado de bonos en euros se han acentuado espectacularmente. La mayor parte de los bonos del estado alemán ofrece rendimientos negativos en estos momentos. Esta tendencia también se ha observado recientemente en los bonos corporativos. La razón es la misma en ambos casos: las cuantiosas compras que realiza el Sistema Europeo de Bancos Centrales. Las previsiones económicas son más optimistas y elevan el atractivo de los segmentos de mayor riesgo del mercado de renta fija. Creemos que tanto los bonos de alto rendimiento denominados en USD de los mercados desarrollados como los bonos de los mercados emergentes en moneda local se beneficiarán de las entradas de capitales, siempre que los rendimientos de la economías del G3 se mantengan bajos desde una perspectiva histórica. 

 

Giro al alza de las materias primas: ¿El oro como refugio?

Aunque los precios de las materias primas han subido desde comienzos de año, este hecho se debe principalmente a una mejoría del sentimiento más que a una mejoría de los fundamentales. El crecimiento económico lento, la persistente deflación de los costes y el exceso de oferta determinan las perspectivas a largo plazo de los precios de las materias primas. Tras la acusada subida de comienzos de año, el precio del oro ha consolidado durante las últimas semanas. Si no se desata una crisis mundial, la demanda probablemente experimente un aumento moderado. Y dado que la economía mundial probablemente registre una expansión moderada, la cotización del metal amarillo a buen seguro va a perder fuerza durante los próximos doce meses.




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