NEW ZEALAND
Santiago Niño Becerra - Jueves, 20 de Enero{mosimage}
Hace escasos días ha regresado de sus vacaciones una muy buena amiga mía que reside y trabaja en Bilbao.
Es una persona a la que le encanta viajar y que no tiene obligaciones que le impidan disfrutar de su hobby, ni limitaciones que no le permitan escoger el mejor momento para realizar sus viajes. Cada año se organiza un viaje espectacular a un lugar no menos espectacular, y este año no podía ser menos: ha estado pateándose Nueva Zelanda, toda enterita, durante treinta días.
Cuando nos vimos y tras realizar las preguntas y comentarios de rigor en estos casos, salió mi vena de economista y le pregunté cómo había percibido el nivel de precios en el país austral, qué sensación le había producido el nivel de vida de los neocelandeses, si había detectado pobreza, si había visto prostitución por las calles, si había conocido a muchas personas que vivieran en un estado de estrés permanente parecido al que padecen esas personas que Uds. y yo conocemos. Sus respuestas me dieron que pensar
Me dijo que el nivel de precios en Nueva Zelanda es ?como aquí' (como en Bilbao, Madrid o Barcelona, ha de entenderse), que el neocelandés es una persona que vive en un permanente estado de relajación, que su nivel de amabilidad es difícil de imaginar si no se percibe en directo, que no vio mendigos, ni homeless, ni prostitución callejera; me dijo que todo está limpio y reluciente y, atención: que la orientación turística del país es muy elevada.
Cuando pude, me dediqué a consultar datos y cifras, concretamente las correspondientes al 2003 del PIB pc a precios corrientes y a paridad de poder de compra (ppp) que elabora la OCDE. A precios corrientes, el PIB pc de Nueva Zelanda fue, en dicho año, de 19.600 dólares USA, y el de España 20.500; en términos ppp, el de la primera ascendió a 23.100 y a 23.300 el de la segunda, es decir, el PIB pc de España es un 4,6% superior y el PIB pc ppp un 0,86% mayor. Pero en España, con una tasa de pobreza del 18,8% de la población total, es imposible no ver la mendicidad que se encuentra estacionada en nuestras calles, ni las áreas deprimidas de nuestras ciudades y zonas rurales; en España no es difícil ver la prostitución urbana; en España, en muchas zonas se vive en un permanente estrés.
Es obvio que algo sucede en Nueva Zelanda y no en España -o al revés- que hace que, a pesar de que sus PIBs pc sean semejantes, la calidad de vida sea distinta. ¿No será que en el cómputo del PIB pc deberían incluirse una serie de cosas que, hoy por hoy, no son incluidas?. Recuerden lo que en este mismo sitio dije del PIB: si aquel señor de allí se come un pollo y yo no me como ninguno ...
Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
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