CHINA, SEGUNDA PARTE ? II

Santiago Niño Becerra - Miercoles, 21 de Septiembre

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Hoy, todos los esfuerzos del Gobierno chino están puestos en Shanghai y en su provincia, fruto de ello es el enorme crecimiento que la zona está experimentando, pero este crecimiento encierra una trampa. De entrada, la ciudad de Shanghai se está hundiendo, fíт­sicamente, en el terreno sobre el que se asienta, lenta pero imparablemente; no es un secreto, el fenómeno es conocido; pura y simplemente el terreno ha llegado al líт­mite del peso que puede soportar; pero se continúa construyendo.

Éste, de por síт­, es un problema, pero no es el único. Al irse convirtiendo Shanghai en un imán de inversiones, la mano de obra ya está escaseando. En Guandong hace tiempo que este fenómeno se está produciendo, lo que ha influido en el aumento del coste del trabajo y en el traslado de actividades a otras zonas, pero en Shanghai, esta escasez ha venido acompañada de una creciente dificultad para aumentar los salarios debido a la creciente competencia que las compañíт­as chinas están sufriendo... por parte de otras empresas chinas; el ascenso del precio del petróleo y de las materias primas también tiene mucho que ver con esta situación.

La solución que se está dando a la creciente escasez de mano de obra en Shanghai es la deslocalización hacia las vecinas provincias de Henan y Jiangsu, provincias semirrurales que cuentan con mano de obra suficiente; el problema estriba en la enorme carencia de infraestructuras en ambas provincias, carencia que dificulta, tanto la llegada de los componentes necesarios en los procesos productivos, como la salida de los acabados. Paralelamente, otro foco de tensión se está produciendo en esas regiones vecinas de Shanghai, aunque éste sea, en principio, fácilmente solventable para una dictadura: se trata de la oposición de un creciente número de campesinos que son expropiados a fin de convertir las tierras de cultivo en políт­gonos industriales.

Las grandes compañíт­as extranjeras con base en China están sufriendo el problema de la falta de mano de obra de un modo, en principio, distinto a como lo están sufriendo las empresas chinas, aunque al final, lo acabarán notando de forma semejante, debido a que se verán afectadas por la escasez; en cualquier caso, el eje de la economíт­a china es el empresario chino, no el occidental ?que ha ido a China'.

El empresariado chino puede ser agrupado en dos categoríт­as. Por un lado, las grandes empresas con plantillas de entre cinco y seis mil trabajadores, e incluso más; por otro, pequeñas y medianas empresas de varios cientos o un par de miles de empleados. En cualquier caso, ambos grupos comparten una caracteríт­stica en común: la total ausencia de algo semejante a una buena gestión del personal.

 
Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.

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