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I+D ? y 2

Santiago Niño Becerra - Miercoles, 19 de Octubre

Lo que vimos ayer fue una foto, pero las fotos, normalmente, corresponden a momentos que son una evolución de la realidad; y ¿cómo es la realidad de la inversión en I+D?.

La reciente publicación del Eurobarómetro sobre Ciencia y Tecnologíт­a muestra un panorama europeo preocupante, preocupante en relación a Japón y a USA, pero preocupante, también, en relación a China -¡ojo!: hoy, ahora-; síт­, síт­, a la República Popular China, esa que nos inunda con camisetas a precio reventado.

En relación a su PIB, la UE 25 dedica a I+D una suma que equivale al 1,93%, Japón el 3,15% y USA el 2,59%; mal vamos; pero la cosa no acaba aquíт­, porque la UE 25 es una entelequia compuesta por realidades muy diferentes.

Tomando como baremo al Reino de España (inversión el I+D = 1,05% de su PIB), en la UE existen paíт­ses que superan la tasa de inversión española, por ejemplo, el Reino Unido cuyo I+D es el 80% superior al español; pero hay otros que duplican la tasa del reino, por ejemplo, Dinamarca: 2,62; otros la triplican, caso de Finlandia con el 3,49%; y Suecia, el top de los top, la multiplica por cuatro: 4,27%. En la UE se invierte poco en I+D, pero hay paíт­ses de esa UE que invierten requetepoco. (¿Hay algún paíт­s que invierta menos que España?, evidentemente síт­, varios, ¿a que adivinan cuáles son?).

La pregunta lógica no es otra que, ¿y por qué en la UE se dedica poco a I+D?. De entrada, y por lo dicho, no todos los miembros dedican poco, el problema es que hay bastantes que síт­ lo hacen y la dedicación de algunos es bajíт­sima; bien, y, ¿por qué sucede eso?.

Básicamente, la razón es el reducido nivel de ingresos -tanto públicos como privados- en relación a la extensión de la lista de cosas que hay que hacer. (Los presupuestos del año que viene dicen que los ingresos serán guaíт­s, pero la previsión de ingresos se hace en base a cómo se preve que van a ir las cosas ; ¿y si no van como se dice que van a ir?; sin embargo, vayan o no vayan, las necesidades están ahíт­).

En consecuencia, o se aumentan los ingresos -tanto los públicos como los privados, o los públicos, o los privados- o se meten las tijeras en la lista de gastos; vale, se meten las tijeras (ya las tenemos en la mano). ¿Qué gastos cortamos?: ¿la asistencia sanitaria?, ¿las pensiones de jubilación?, ¿las ayudas a minusválidos?, ¿reducimos las coberturas de responsabilidad civil de las empresas?, ¿los salarios?, ¿las partidas dedicadas a deporte?, ¿los gastos militares?; ¿qué cojones recortamos?; ¡venga!, que se nos está cansando la mano de tanto sostener las dichosas tijeras.

 
Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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