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USA ? 1: 27 / 38 / 65

Santiago Niño Becerra - Miercoles, 09 de Noviembre

Uds. conocen por la prensa, por los informativos y tal vez, porque les afecta de lleno, que el principal fabricante del planeta de componentes para el automóvil, la compañíт­a Delphi, presentó en USA, el pasado 8 de Octubre, la solicitud para acogerse a la protección por quiebra. ¿Los motivos?, pueden Uds. suponerlos, pero hoy nos vamos a centrar en el motivo ?factor trabajo'.

27 dólares es el coste salarial medio por hora trabajada en Delphi USA en el entorno temporal en el que esta situación se ha presentado; 38 dólares es el coste por hora de trabajo que para Delphi USA suponen los pagos por coberturas médicas y las dotaciones a fondos de pensiones a/y de los trabajadores; 65 es la suma de las dos cantidades anteriores, es decir, el coste total que para Delphi USA supone cada hora que sus trabajadores trabajan. Delphi ha dicho a su plantilla que, o bien se reducen las coberturas, o bien se reducen los salarios.

No conozco a ningún trabajador de Delphi USA, pero estoy convencido que la inmensa mayoríт­a de ellos no disponen de una mansión de 500 m2 en Beverly Hills, ni se desplazan en un Ferrari Modena, ni se están haciendo liposucciones cada tres meses, ni sus jubilados se han ido a las Seychelles a disfrutar de su retiro; más bien, supongo que los trabajadores de la compañíт­a en cuestión viven aceptablemente bien y utilizan su cobertura médica cuando un problema de salud les aqueja y pasan su jubilación, más o menos, como los demás jubilados; sin embargo, parece ser que un coste de 65 dólares por hora trabajada es excesivo.

Dos opciones, o es excesivo, o no lo es, es decir, o los directivos de Delphi USA son unos desalmados que quieren volver al capitalismo manchesteriano que nos describió Friedrich Engels en "La situación de la clase trabajadora en Inglaterra" o, realmente, para la compañíт­a esos 65 dólares son inasumibles. No sé Uds., pero yo me decanto por la segunda posibilidad.

Si no son asumibles, y partiendo de la base de que el mundo del automóvil es uno de los mundos en los que, con más ahíт­nco se buscan las mejoras de productividad, pocos de esos 27 dólares constituirán realmente un problema (otra cosa es que la mejor medida para reducir costes tenga que pasar por reducir los salarios); pero con los 38 dólares de las coberturas médica y de jubilación no sucede lo mismo; fundamentalmente porque en la inmensa mayoríт­a de los paíт­ses, las empresas no tienen que apoquinar esos 38 dólares, o la mayor parte de esos 38 dólares.

En USA, excepto en los casos de pobreza extrema, la asistencia sanitaria tiene que pagársela cada ciudadana y cada ciudadano (en el 2003, a 10.217 dólares ascendió el precio medio de una póliza de asistencia médica con coberturas aceptables para una familia de cuatro miembros), lo que explica que en el pasado año, el 15,2% de la población USA no contase con ningún tipo de cobertura médica; no es extraño, por tanto, que las compañíт­as constituyan fondos a fin de ofrecer algo imprescindible que no es ofrecido por el Estado.

Sin embargo, en el mundo en el que vivimos un coste por hora de 65 dólares es mucho coste, sobre todo teniendo en cuenta que en ese mismo mundo, existen competidores que no tienen que constituir fondos de cobertura médica para sus trabajadores (suponiendo que realmente sean suyos) y que pagan la hora al precio bastante menor de 27 dólares.

La mejora de la productividad reduce la necesidad de factores productivos, la mejora de la tecnologíт­a reduce la calidad de los factores productivos utilizados, la mejora de las comunicaciones -de todo tipo de comunicaciones- permite el desplazamiento de actividades a lugares crecientemente más baratos; todo ello se traduce en una producción adaptada a las necesidades de los clientes y obtenida a un coste permanentemente en declive.

Como no dispongo de más espacio, yo no digo nada más; continúen Uds. el razonamiento.


Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramon Llull.


@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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