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CHINA, TERCERA PARTE - 3

Santiago Niño Becerra - Jueves, 24 de Noviembre

En China, el mundo de la réplica ha alcanzado cotas difíт­cilmente imaginables para alguien que desconozca ese mundo. Hasta ahora, cuando se hablaba de ?réplicas' siempre se estaba hablando de ?copias', de reproducciones de algo existente, sin embargo, hoy en China están haciendo evolucionar el concepto de réplica. Hoy en China es posible hallar bienes elaborados utilizando todas las caracteríт­sticas y toda la simbologíт­a de una marca, de tal modo que pasan, como modelos nuevos, a engrosar el catálogo de la marca.

Los replicadores, a través de una perfecta utilización de aquello que caracteriza a una marca, han combinado los elementos caracteríт­sticos y han desarrollado un modelo que en el catálogo oficial de la marca no existe, bien porque no ha sido diseñado, bien porque aún se encuentra en la fase de desarrollo previa a la consideración de si es procedente, o no, su fabricación. Supongo de Uds. conocen el modelo de Rolex GMT Master II, pues bien, en China se encuentra a la venta una variedad de ese modelo que no existe en el catálogo de Rolex, que no existe y que nunca ha existido; una variedad perfectamente ejecutada, combinando todas las caracteríт­sticas que definen al Rolex GMT Master II y que funciona a la perfección.

Además, la sofisticación tecnológica ya ha alcanzado, en China, al mundo de la réplica. ¿De qué modo?, pues de un modo muy simple y utilizando sistemas parecidos a los empleados en todas partes para distinguir bienes semejantes: variando la calidad. En China, pueden llegar a existir hasta cinco modelos de un mismo artíт­culo, su diferencia estriba en el distinto nivel de exactitud con respecto al original; evidentemente, sus precios variarán en función de los niveles de calidad.

Pero en China, la réplica también ha evolucionado en otra dirección: la anticipación de lo que ya existe pero aún no ha visto la luz. En la segunda entrega -la de hace dos meses- les hablé de que en China ya se estaban replicando tiendas y su merchandising, y les dije que eso era el no va más de la réplica; me equivoqué.

Mi antiguo alumno vio, un díт­a, una tienda en cuyo escaparate se exponíт­an una serie de revistas occidentales tales como Vogue, Elle y Cosmopolitan, de hacíт­a un mes. Entró en la tienda y ojeó alguna de las revistas, en una aparecíт­a una colección de ropa que el diseñador de Max Mara acababa de presentar. Muy atento, el dueño de la tienda le preguntó qué vestido de los que mostraba la colección le gustaba, si ?éste, comentó señalando una de las fotografíт­as, o ?éste', señalando otra; y preguntó eso porque en la tienda teníт­a todos los modelos de la colección, TODOS, a precio chino, evidentemente.

Por lo dicho, ¿ven hasta dónde ha llegado la replica?. Ya no estamos hablando de reproducir miméticamente un objeto más o menos complejo, hablamos de tener una logíт­stica y unas fuentes de información que permiten realizar la réplica de un conjunto que aún no ha salido al mercado, o el de un vestido de ultimíт­sima moda que acaba de salir, en una tela idéntica, con un patronaje exacto, y venderla a precio de réplica.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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