La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

URBANISMO SALVAJE

Santiago Niño Becerra - Miercoles, 01 de Febrero

Recientemente el Parlamento Europeo ha aprobado una resolución en la que se critica el crecimiento urbano desmedido que en los últimos años se ha llevado a cabo en la Comunidad Valenciana, lo que es absolutamente cierto, sin embargo hace falta llegar más allá: analizar las causas y los motivos para que se haya producido este horroroso hecho.

Por mi edad, he asistido a la destrucción sistemática de la Costa Brava gerundense, he vivido los destrozos paisajíт­sticos que se han producido en la ibicenca San Antonio, conozco de sobra las salvajadas arquitectónicas realizadas en la localidad vizcaíт­na de Bakio, sé de las tropelíт­as cometidas en la malagueña Marbella, en la pontevedresa San Xenxo, en la guipuzcoana Zarautz, en las cántabras Laredo, Castro Urdiales, e Isla, en toda la bahíт­a de Palma; en esa localidad en la que resido a unos 25 Km. de la ciudad de Barcelona.

Ante estos desmanes, entiendo que tan sólo existen dos posibles explicaciones: o los causantes e implicados, todos, son unos sádicos criminales, o, al margen de actitudes desaprensivas, debe, por fuerza, de haber alguna explicación. Y creo que, efectivamente, existe.

España, acabado el periodo autárquico que siguió a su Guerra Civil, era un paíт­s deprimido, paupérrimo, con un PIB per cápita que en 1953 equivalíт­a al de 1936, sin nada que ofrecer al exterior, pero lleno de encantos para una naciente clase media europea que ya llevaba años saliendo de la posguerra de la II Guerra Mundial; una naciente clase media sin renta para pasar sus vacaciones en lugares como Niza o Montecarlo cuajados de completíт­simos y caríт­simos servicios, pero con unos ingresos suficientes para financiar unos díт­as en lugares sin servicios, pero con sol, playa y alcohol barato.

Se juntaron el hambre con las ganas de comer. La dictadura de Franco precisaba de divisas y necesitaba crecimiento en la renta media del español de a pie, elemento que podíт­a aportar e incremento al que podíт­a contribuir una cosa llamada turismo; y a su promoción se dedicó el régimen y a esa actividad se fue dedicando un porcentaje creciente de la población española.

El modelo funcionó: entraron divisas que fueron ayudando a financiar importaciones; y las rentas medias de las zonas costeras, antes bajas y míт­seras (Baleares, a principios de los 50 era una de las zonas más pobres de España), aumentaron. Todos contentos, y los turistas, puede que más. El coste pronto empezó a verse -Benidorm es un ejemplo, Salou, otro-, pero el PIB español crecíт­a y crecíт­a, y el turismo era responsable, en gran medida, de ese crecimiento.

Como el modelo funcionaba, se continuó, pero combinándolo con un tema nuevo que empezó a nacer a finales de los 70: las segundas residencias de los españoles cuya capacidad de endeudamiento estaba en alza; y se combinó, también, con otro tema nacido a principios de los 90: las segundas residencias para extranjeros. Y en eso estamos.

Es indudable que ha habido, que hay, políт­ticos y promotores inmobiliarios desaprensivos que han manipulado a su antojo leyes y decretos, que han abusado de su poder para enriquecerse a costa de destrozar uno de los principales activos españoles; que nadie crea que justifico esas actuaciones, pero, ¿podemos imaginarnos qué hubiese sucedido en el último medio siglo en la economíт­a española, en la sociedad de España, sin ese turismo y sin esas segundas residencias?.

Muchas actuaciones en materia turíт­stica y en materia urbaníт­stica tomadas en España en esos 50 años han sido terribles; pero la tragedia de España fue -es- que estaba condenada a cometerlas, por hambre y por ganas de comer. Tremendo, ¿verdad?. Varias veces en lacartadelabolsa he utilizado el refrán "De aquellos polvos son estos lodos". Hoy vuelvo a hacerlo.

 
Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramon Llull.


@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




[Volver]