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CHINA, CUARTA PARTE - 1

Santiago Niño Becerra - Martes, 14 de Febrero

Uds., que me siguen, recordarán las cosas que sobre China les he estado contando en las tres entregas anteriores, entregas que han sido posibles gracias a las informaciones que amablemente me ha ido transmitiendo mi antiguo alumno nacido en Hong Kong. En las anteriores entregas, nos ocupamos de la realidad china desde, básicamente, el lado de la demanda, en ésta vamos a abordar la realidad china desde el lado de la oferta. No se pierdan detalle porque si lo anterior les interesó, esto les interesará aún más.

De entrada: ¿por qué se van muchas compañíт­as a China?. Mi antiguo alumno, en su tarea de consulting y asesoramiento a empresas que están considerando irse a China, ha detectado dos tipos de posturas: 1) compañíт­as que deciden invertir en China construyendo, al menos, una planta a fin de fabricar bienes que luego reenviarán a otros lugares, y 2) compañíт­as que llegan a acuerdos con empresas chinas a fin de que les fabriquen bienes que las ordenantes necesitan.

El concepto de ?deslocalización', aunque se utiliza indiscriminadamente en todos los casos en los que se produce una ?salida de producción' desde un paíт­s -o desde una zona de un paíт­s- debe, en realidad, ser aplicado, tan sólo, al caso 1; pues bien, el número de compañíт­as españolas que asíт­ operan es míт­nimo (más adelante veremos el motivo). Las que síт­ deciden realizar una inversión directa en China, se dividen en uno de estos dos grupos: a) las que su inversión en China supone el cierre de su, o de sus, plantas en el reino, y b) aquéllas que en su instalación en China trasladan una parte de la producción que obteníт­an en España.

Su conocimiento de la realidad china ha llevado a mi antiguo alumno a una conclusión: las empresas de USA y de Japón que deciden irse a China se encuadran, en su gran mayoríт­a, en el grupo 1; por el contrario, las de la UE que se van a China pertenecen, en su gran mayoríт­a, al grupo 2.

Mi antiguo alumno y amigo es taxativo: el modo, no sólo correcto, si no idóneo de operar en China es invirtiendo en el paíт­s; lo mejor, construyendo una planta de fabricación; lo menos malo, construyendo un almacén regulador en el caso de que se decida contratar producciones con empresas chinas; pero, PERO, A) jamás clausurando el 100% de las plantas o líт­neas en el paíт­s de origen, y B) controlando con personal de la compañíт­a inversora la mayoríт­a de las actividades desarrolladas en la planta china y la totalidad de las que tengan lugar en el almacén regulador

En otras palabras: irse a China debe ser una herramienta, nunca un fin en síт­ mismo.


Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramon Llull.


@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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