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ACIERTO

Santiago Niño Becerra - Martes, 25 de Abril

Hay gente que atina, por ejemplo, el Sr. Jaime Montalvo, presidente del Consejo Económico y Social, el CES. En una reciente jornada organizada por la Asociación de Periodistas de Información Económica, realizó dos afirmaciones de hondo calado: 1) sus dudas al respecto de que la rebaja en las indemnizaciones por despido reduzca la tasa de temporalidad laboral y, 2) sus, también, dudas de que la referida tasa pueda decrecer teniendo en cuenta el valor añadido unitario aportado por gran parte del factor trabajo contratado en régimen temporal. Desmenucemos el significado de ambas afirmaciones.

La argumentación oficial y comúnmente aceptada dice que si las indemnizaciones por despido se abaratasen, es decir, que si lo que cuesta a los empleadores despedir a los trabajadores que no necesitan se redujesen, dichos empleadores contrataríт­an a más trabajadores de forma indefinida. En lacartadelabolsa, en numerosas ocasiones, he argumentado lo contrario.

Una compañíт­a contrata a una trabajadora o a un trabajador porque le necesita, es decir, porque precisa del factor trabajo que esa trabajadora o ese trabajador le aporte a fin de incorporar un cierto valor añadido a un proceso productivo. La trabajadora o el trabajador precisa de unos bienes de capital para incorporar ese valor añadido al proceso productivo, valor que se hallará en íт­ntima relación con el nivel de cualificación de esa trabajadora o de ese trabajador y con el nivel de los bienes de capital de que pueda disponer.

Bienes de alto valor añadido, por tanto, precisan de elevados niveles de cualificación del factor trabajo (al menos hasta ahora en la inmensa mayoríт­a de los casos) y de elevados niveles de inversión; y si la necesidad de factor trabajo existe, la empresa contratará de forma indefinida, independientemente del coste del despido, en otras palabras, contratará a la trabajadora o al trabajador que necesita e intentará ?quedárselo' porque aporta valor a bienes de alto valor añadido que la compañíт­a fabrica y que el mercado demanda.

Pero en el Reino de España son mayoríт­a los fabricados y elaborados de medio y bajo valor, bienes para los que no son precisos altos niveles de inversión (al menos, hasta ahora), trabajadoras y trabajadores con elevados niveles de cualificación, ni una gran seguridad de permanencia en la empresa debido a que dicha empresa puede dejar de ser competitiva (debido a que sus fabricados son de bajo valor) y a que la oferta de trabajo que ese tipo de empresas precisa no es escasa.

En consecuencia, empresas que fabriquen y elaboren bienes y servicios de bajo valor no estarán interesadas en contratar a trabajadoras y a trabajadores de forma indefinida, independientemente del nivel de las indemnizaciones por despido. Para reducir su tasa de temporalidad, España deberíт­a modificar su modelo productivo y fabricar y elaborar bienes y servicios de mayor valor, para lo que, además, deberíт­a mejorar su productividad. A esto se le llama "una pescadilla que se muerde la cola".

Lástima que no haya más señoras o señores Montalvo que digan lo que el Sr. Montalvo del CES ha dicho; lástima.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramon Llull.


@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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