La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

HORARIOS

Santiago Niño Becerra - Viernes, 28 de Abril

Era cuestión de meses -o de años, que para el caso ...-, que llegara al reino el tema de los horarios laborales; la cuestión de que en el reino mucha gente mete en el trabajo más horas que un reloj; el hecho de que se coma y cene a horas intempestivas y de que la vida familiar se vea, de una u otra manera, afectada por todo ello. Teníт­a que llegar, y ha llegado; lo que sucede es que, como en otros asuntos, en innumerables, ha llegado mal y se está abordando peor.

En el Reino de España, el número medio de horas que una trabajadora o un trabajador está en su lugar de trabajo es uno de los más elevados de Europa, independientemente de que esa trabajadora o ese trabajador sea directora/or de sistemas o jefa/e de cocina en un restaurante con dos estrellas en la Guíт­a Michelin. Evidentemente, y en principio, el objetivo de esas trabajadoras y de esos trabajadores es reducir su horario de trabajo en función de varios supuestos; y eso es lo que ahora se denomina ?conciliación de las vidas laboral y familiar'.

El empresariado (¿se han dado cuenta de que ya no se utiliza este término?), dice que no, que el horario de trabajo, en España, ya se halla suficientemente regulado; que reducciones, del tipo que sean y háganse como se hagan, afectarán negativamente a la competitividad.

Lo realmente curioso es que ninguno de los actores que intervienen en eso que se denomina el "diálogo social" han introducido en el debate lo único que de forma fundamental afecta al "tiempo de trabajo": ni Gobierno, ni Sindicatos, ni Patronal han metido en el debate la cuestión de la productividad.

El modelo productivo español se sustenta, sobre todo, en la fabricación de bienes y en la elaboración de servicios de medio y bajo valor añadido. Un modelo como ese se caracteriza, fundamentalmente, por tres hechos: un bajo nivel de inversión por ?unidad de factor trabajo', un reducido nivel de cualificación efectiva de ese factor trabajo y un elevado número de horas presenciales de cada uno de las y de los integrantes del colectivo de trabajadores.

Los Paíт­ses Bajos es uno de los paíт­ses europeos en que menor es el número de horas que, en términos medios, cada trabajadora y cada trabajador está en su puesto de trabajo, sin embargo, la productividad por hora trabajada es una de las más elevadas de Europa; ¿dónde radica el secreto?, pues en que el valor añadido que en cada hora de trabajo genera cada una de las trabajadoras y cada uno de los trabajadores holandeses, es superior al valor añadido que en cada hora de trabajo generan las españolas y los españoles.

¿Me siguen?. El truco está en el tipo de PIB que se genera, no en las horas que se emplean en generarlo. Un PIB formado por bienes y servicios de medio y bajo valor no anima a invertir para que quienes lo generan lo generen más rápidamente, ni a formar activamente a quienes van a generarlo. Ese es el caso de España.

En España hace falta meter muchas horas para generar el PIB que España genera y, si en algunos minutos de esas muchas horas algunas y algunos de quienes lo generan se despistan, pues bueno, total ... ya se quedarán, después, más tiempo y como, en cualquier caso, los salarios síт­ están bastante relacionados con el tipo de PIB que se genera ..., pues lo comido por lo servido; ¡pero que no se reduzca más el tiempo de trabajo, que si no, no salen los números!.

Mal asunto. El Gobierno no dice lo que deberíт­a decir, los Sindicatos no reclaman lo que deberíт­an reclamar, y el Empresariado no hace lo que deberíт­a hacer. ¿Diálogo de sordos, ya está bien todo como está, o reconocimiento implíт­cito de que esto no hay quien lo arregle?.


Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




[Volver]