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PUENTES, ACUEDUCTOS Y DEMÁS CONEXIONES

Santiago Niño Becerra - Lunes, 22 de Mayo

No hace mucho, el presidente del Instituto de la Empresa Familiar, el Sr. Juan Roig, realizó una serie de manifestaciones muy, pero que muy interesantes. Así, dijo que las fiestas entre semana deberían ser trasladadas a los lunes


a fin de imposibilitar la realización de ‘puentes'; que los incrementos salariales deberían estar vinculados a las mejoras en la productividad; y que la igualdad entre sexos en al ámbito laboral debía lograrse por capacidad, no por la introducción de medidas de discriminación positiva.

 

En principio, nada que objetar al hecho de que las fiestas entre semana sean trasladadas a los Lunes, pero creo que no todos los profesionales de todos los subsectores de la economía española estarían de acuerdo, pienso en los que se integran en ese cajón de sastre denominado ‘ocio', así como en los de la hostelería y restauración, sólo por citar algunos. Al margen de ello, recordar que hace años, bastantes, hubo ya una tentativa en ese sentido y uno de los que más se opusieron al cambio fue ... la Iglesia católica.

 

Respecto a la vinculación de salarios y productividad, tampoco nada que objetar ... si muchos empleadores no jugasen en este campo con dados cargados. La productividad del factor trabajo es, evidentemente, función de las ganas que cada trabajadora y cada trabajador tengan de trabajar, pero -PERO- también es función de, 1) la tecnología con que cada trabajadora y cada trabajador cuenten para realizar su trabajo, es decir, de la inversión que la empresa realice, y 2) del nivel de formación de esa trabajadora y de ese trabajador, tanto previa a su contratación, como la obtenida durante su permanencia en la empresa, es decir, de lo que ésta invierta en actualización de conocimientos, y, tanto 1) como 2) son elementos que no dependen del factor trabajo.

 

Absolutamente nada que decir en contra de que sea la valía personal la que determine el acceso de la mujer a lugares de responsabilidad en una estructura corporativa, el problema reside en que la mujer, en este aspecto -y en otros- no parte -sea por el motivo que sea, no entremos en honduras-, en igualdad de oportunidades, por lo que, entiendo, no está de más eliminar trabas y barreras.

 

¡Puentes, no!. ¡La productividad, lo primero!. ¡La mujer al poder!. ¿Qué tal suena?. ¿Vamos imprimiendo las octavillas con la consigna?. ¡Huy!, pero, ¿qué digo?; si la palabra ‘octavilla' era subversiva. ¿Continuará siéndolo?.

 

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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