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MAPFRE ROMPE LAS ATADURAS DE UN PASADO ESPESO, SE POSTULA PARA EL IBEX PERO NO CONCRETA VALORACIONES

Redacción - Miercoles, 31 de Mayo
mapfre Mapfre intenta romper las ataduras de un pasado muy largo y espeso en términos bursátiles, porque no ha sido capaz de aprovechar ni en valoración ni en capitalización, tampoco en permanencia en el Ibex, el momento estelar de sus homólogas en el mundo. Desde 1983, cuando comenzó la fiebre en las Bolsas por las compañías aseguradoras, que luego ha seguido, aunque con comportamientos diferentes, Mapfre ha vivido momentos más tibios que calientes en el mercado de valores. La razón está en la singular composición societaria y en los distingos que han tenido que hacer los inversores, tanto nacionales como extranjeros, a la hora de saber qué Mapfre compran en Bolsa y qué Mapfre no compran. Dicho de otro modo, Mapfre cotiza como marca, pero no es toda la Mapfre la que cotiza. Un asunto que ha exasperado, principalmente, a los grandes gestores internacionales. Ahora se convierte en Sociedad Anónima. Hay, no obstante, mucha paja que limpiar hasta llegar al trigo. Si bien hay coincidencia en la bondad de sus fundamentales, los analistas consideran que aumentará la volatilidad en el valor hasta conocer las valoraciones adecuadas.
Vayamos por partes. El consejo de administración de Mapfre ha decidido modificar su estructura empresarial e integrar todas las actividades en Corporación Mapfre, que pasará a denominarse Mapfre, S.A. La nueva sociedad mantendrá su cotización en Bolsa, aunque Fundación Mapfre tendrá el control mayoritario del capital.
 
Segundo paso. Mapfre deja de ser mutua y pasa a ser sociedad anónima en un proceso en el que 3,8 millones de mutualistas podrán convertirse en accionistas de Mapfre o, bien, recibir una contraprestación en efectivo. El presidente del grupo, José Manuel Martínez, calcula que los mutualistas recibirán activos de la aseguradora por aproximadamente 400 millones de euros aunque será Morgan Stanley quien haga la valoración definitiva y Citigroup quien opinará sobre la ecuación de canje.
 
Tercer paso. Los más de tres millones de mutualistas de Sistema Mapfre, que tienen contratado su seguro de automóviles con la compañía, tendrán la oportunidad de convertirse en accionistas de Mapfre, la nueva sociedad que resultará de la conversión del grupo asegurador en sociedad anónima y que cotizará en bolsa como sociedad matriz del grupo. Podrán ser accionistas de la nueva Mapfre los actuales mutualistas y aquellos que lo hayan sido en los tres últimos tres años, aunque ya no estén en la sociedad, si bien también tendrán la opción de recibir un importe en efectivo equivalente al valor de sus acciones.
 
Cuarto paso. Mapfre estará dispuesta a partir de ahora para realizar “importantísimas ampliaciones de capital” con las que financiar un ambicioso plan de crecimiento en Europa, Estados Unidos y Oriente Próximo. “La empresa que no crece se muere”, ha dicho su presidente José Manuel Martínez. 
 
Quinto paso. Ahora sí que se asegurará su permanencia, previa entrada, en el Ibex, después de muchas idas y venidas. Hay analistas, como los de Ahorro Corporación, que calculan que “aplicando los actuales múltiplos de cotización de Corporación Mapfre al Sistema entero, la nueva Mapfre S.A. tendría una capitalización bursátil en el entorno de 8.500 millones de euros, convirtiéndose en el 17º valor de la bolsa española por capitalización bursátil”.
 

Sexto paso. Ver y esperar. Eso es lo que aconsejan los analistas más fríos, los que siempre miran con cierta distancia operaciones tan espectaculares. Analistas que consideran que habrá incertidumbre hasta conocer la valoración de las futuras acciones que recibirán los actuales mutualistas. En Banesto Bolsa señalan que  “los inversores se van a encontrar con una compañía con más exposición en el seguro de automóviles, sin saber a qué precio. Además, la operación se realiza para tener capacidad de hacer compras mayores y crece el riesgo de adquisición"




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