Suenan las alarmas.  ¡Las familias españolas gastan más de lo que ganan!; ¡el ahorro decrece!;

¡las deudas aumentan!; ¡la necesidad de financiación exterior se dispara!. La pregunta es: ¿podía suceder otra cosa?.

El PIB del Reino de España lleva años creciendo a tasas elevadas, mayores que las tasas a las que están creciendo los países de su entorno. Aquí, allí y en todas partes, el crecimiento debe ser financiado, y, o se financia con fondos propios, o se financia con fondos ajenos; y el reino no tiene fondos para financiar el crecimiento en que lleva subido desde hace años.

Pero ese crecimiento está sustentado, desde el lado de la oferta, en la fabricación de bienes y en la elaboración de servicios de medio y bajo valor añadido; y desde el lado de la demanda lo está, sobre todo, en el consumo y en la construcción; y, cómo la competitividad española va a la baja y cada vez puede exportar menos, para continuar creciendo, más y más de lo fabricado y elaborado ha de ser colocado en el interior.

Sin embargo, la renta de los españoles es la que es y evoluciona como lo hace (entre otros motivos, porque España tiene la productividad que tiene: baja y con tendencia a mantenerse así); por lo que las ciudadanas españolas, los ciudadanos españoles y las compañías de España, deben endeudarse más y más a fin de continuar consumiendo e invirtiendo.

El boom inmobiliario ha venido a ayudar (?): a la compra de viviendas se le ha denominado inversión, y como su precio no ha parado -hasta ahora- de subir, las afortunadas propietarias y los afortunados propietarios (así ha sido dicho) no han parado de ver como aumentaba su riqueza, riqueza que han -van, están- financiado a base de endeudamiento. (¿Alguien podría explicarme la razón por la que la compra de una vivienda para vivir se considera una inversión?).

Y, ¡bueno!, aquí estamos. España crece a base de gastar más de lo que gana, y, para financiarlo, se endeuda dentro y fuera del territorio patrio. Primero fue el "España, ¡va bien!"; luego el "España, va más que bien"; ahora ha sido acuñado otro lema. "España ya es mejor". No digo nada más, que a lo peor …

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.