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¿Cómo mantener la calma en situaciones de presión?

Sala de Inversión España - Viernes, 06 de Abril

Tanto si operamos en el mercado de divisas, como en cualquier otro mercado financiero, la negociación puede resultar una actividad muy estresante en determinadas ocasiones. El principal problema es que tanto si una operación nos sale bien, como si nos sale mal, puede afectar profundamente a nuestras emociones, y nos puede llevar a determinadas conductas erráticas. Dejarnos guiar por el corazón en lugar de por la cabeza no suele ser una estrategia de negociación muy efectiva. Pero si nos involucramos de forma demasiado emocional en lo que hacemos, puede resultar muy fácil caer en esta trampa. Si realizamos muchas operaciones pequeñas a lo largo del día, este problema puede intensificarse ya que podemos tener un éxito espectacular y al minuto siguiente, grandes pérdidas. Cuando esto sucede así de rápido, puede ser muy difícil controlar las emociones. Incluso si configuramos una estrategia de negociación específica que pensamos seguir, puede resultar complicado mantenernos fieles a la misma cuando nos abruman las emociones.

El estado mental ideal para cualquier operador es mantenerse en paz y en calma, con un punto de vista objetivo de la situación. El cuerpo y la mente están indisolublemente vinculados, y lo que tenemos en la mente afecta al cuerpo y viceversa. Existen varias maneras de provocar cambios en nuestro estado mental dando pasos meramente físicos, como adoptar una postura erguida correcta, respirar profundamente y beber mucha agua para mantenernos bien hidratados. Todo esto nos puede ayudar a sentirnos mejor, preparándonos mejor así para afrontar la montaña rusa emocional que supone la negociación.

Si nos dominan nuestras emociones, el impacto puede resultar catastrófico en los resultados de nuestras negociaciones. De hecho, podemos sentirnos tentados por recoger beneficios en cuanto los obtenemos, haciendo caso omiso a nuestra plataforma durante el proceso. Ahora bien, si obtenemos siempre pequeños beneficios, entonces esta conducta no tiene por qué ser negativa. Sin embargo, lo más probable es que también vayamos a afrontar algunas pérdidas, por lo que tendremos que obtener beneficios para compensarlas. Y si queremos tener un beneficio neto, los beneficios tendrán que superar las pérdidas. Si damos rienda suelta a las emociones, podemos optar por la vía segura y recoger beneficios en lugar de dejar que sigan creciendo, puesto que cada pequeño beneficio nos provoca un impulso emocional adictivo. Pero este tipo de comportamiento prácticamente nos garantiza que a la larga perderemos dinero.

Del mismo modo, tampoco debemos dejar que cunda el pánico por sufrir pérdidas. Tener varias pérdidas seguidas puede hacernos sentir que todo va fatal, lo que nos podría llevar a tomar decisiones inadecuadas o incluso a dejar de operar. Sin embargo, la mayoría de los planes de negociación de éxito cuentan con provisiones para las pérdidas. E incluso salir perdiendo en algunas operaciones no debería afectar a nuestra estrategia. Si mantenemos un punto de vista objetivo en todo el proceso, independientemente de que estemos ganando o perdiendo, será mucho más probable que obtengamos beneficios a largo plazo.

Una manera de combatir el exceso de reacción emocional es tener nuestro plan de negociación delante cuando operamos, para recordarnos nuestra estrategia a largo plazo. Otro factor que puede ser de ayuda es aplicar órdenes de pérdidas limitadas y objetivos de beneficios en nuestra plataforma de negociación, para no tener que estar vigilando los precios de las divisas si superan determinados niveles de pérdidas asumibles. Estar siempre pendientes del mercado puede ser positivo, pero también puede resultar negativo, puesto que si nos involucramos demasiado, podemos ponernos nerviosos y sería más probable que tomáramos decisiones erróneas.

Otra cosa que hacen los operadores para mantener a raya los niveles de estrés es tener una música suave de fondo. El mejor tipo de música es la instrumental relajante, como la música clásica, jazz o la música ligera. Conviene evitar música alta, abrasiva, discordante o lírica pero intensa, puesto que nos podría distraer y predisponernos mal para negociar. También podemos tratar de ordenar nuestro escritorio para contar con más espacio. Tener un espacio de trabajo desordenado puede provocar cierto estrés. Así que no conviene pasar por alto el orden cuando negociamos en el mercado de divisas.

Puede que no tengamos tiempo o espacio para lanzarnos a un programa de meditación, pero sí podemos usar algunas de las principales técnicas para mejorar nuestros resultados a la hora de negociar. Tener un mantra, que es una frase corta que podemos repetirnos para poner nuestra mente en estado de meditación, puede ayudarnos a sentirnos en calma. Si bien lo mejor es encontrar uno que sea personal, es recomendable encontrar una frase que nos tranquilice, como "Todo va a ir bien" o "Dale una oportunidad al sistema".

El objetivo es mantener nuestra mente al margen de las causas de estrés para que nuestro cuerpo tenga tiempo para recuperarse. Si podemos distraernos durante el tiempo suficiente para que nuestro corazón recupere su ritmo cardíaco, nuestra mente se calmará también. Otras actividades que podemos realizar para distraernos y calmarnos son tocar la guitarra, realizar estiramientos o incluso hacer malabares.

Los mercados son fundamentalmente imprevisibles, con lo que lo mejor que podemos hacer para el mayor partido es mantenernos fieles a nuestro plan de negociación, y tratar de mantener un estado de alerta de cuerpo y mente, pero con calma. Un operador estresado es mucho más probable que tome decisiones erróneas que uno relajado y objetivo. Con lo que si nos sentimos estresados, lo mejor es dejar de operar y levantarnos un rato. Esto nos ayudará a maximizar los beneficios y disfrutar mucho más de la experiencia cuando volvamos.

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