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¿Crisis? Alemania ve una luz en medio de la tormenta del euro

Redacción - Jueves, 28 de Junio

Para sus compatriotas, explica el empresario alemán Roland Frobel, la crisis del euro es un huracán que podría haber sido detectado en el horizonte, pero que aún no ha impactado con toda sus fuerzas.

"La tormenta está llegando, todos lo saben, pero el rayo aún no impacta", dijo el presidente financiero de Rossmann, una de las mayores cadenas minoristas de salud y belleza de Alemania, en su sede cerca de la ciudad de Hanover, en el norte del país.

Desde su posición, es difícil imaginar un mejor clima económico. Su firma recientemente creó casi 3.000 empleos en Alemania y el extranjero -donde se ha expandido a países fuera de la zona euro como Polonia y Turquía-, y estima que sus ventas anuales subirán casi un 12 por ciento con respecto al 2011.

"La sensación que tiene la gente de que está una crisis por venir es vaga, indefinida", dijo Frobel. "Y se ve esto en su continua disposición a salir a comprar. Su interés en el consumo se mantiene bien", añadió.

Hanover, un próspero centro industrial y comercial en la fértil llanura del norte de Alemania, está a un mundo de distancia de la recesión que afecta a Grecia, España y otros lugares de Europa.

Para los alemanes, la vida es como debería ser. El desempleo está en mínimos de 20 años, las exportaciones en niveles récord y selección de fútbol ha logrado triunfo tras triunfo en la Eurocopa 2012.

De hecho, la confianza del consumidor subió de cara a julio, según mostró un sondeo clave del grupo GfK, por las expectativas de alzas salariales, aunque también reveló un mayor pesimismo acerca de la perspectiva económica debido a la crisis del euro.

La gente es consciente de que todo puede cambiar repentinamente para peor si la crisis que afecta a sus vecinos finalmente impacta en el país.

"En Alemania no hay crisis. Pero eso puede cambiar muy rápido. El euro no es querido y extrañamos al marco alemán", dijo Paul Majer, un jubilado de 76 años, mientras paseaba con su esposa por las calles empedradas de la parte vieja de Hanover.

CHOQUE CULTURAL

Como muchos alemanes, Majer culpa a los países del sur por poner en riesgo a Alemania al no promulgar el tipo de medidas de austeridad que Berlín impuso cuando ingresó al euro y congeló los salarios para mantener la competitividad.

"No creo que las cosas sigan bien por mucho tiempo más. La zona euro es demasiado diversa. Ellos dicen que nosotros los alemanes vivimos para trabajar, mientras las culturas del Mediterráneo trabajan para vivir", dijo Majer.

La canciller Angela Merkel quedará bajo una presión sin precedentes en una cumbre de la Unión Europea esta semana para comprometer más dinero de los contribuyentes alemanes para rescatar el euro. Sus compatriotas, entre ellos los habitantes de Hanover, no lo van a tolerar.

"Grecia no debería recibir más dinero, es un barril sin fondo. Los países fuertes no pueden apoyar a los más débiles para siempre. Alemania simplemente no es tan fuerte como para hacer eso", dijo el taxista Kurt Ringling, de 65 años.

Con 500.000 habitantes, Hanover es un buen lugar para medir el pulso de la "Alemania promedio" debido a su ubicación central y a una economía diversa que incluye grandes fábricas como Continental y Volkswagen.

"El desempleo aquí volvió a caer el mes pasado. Los sindicatos lograron aumentos de salarios. A muchas firmas les está yendo relativamente bien, tanto a las grandes firmas industriales que dependen de las exportaciones como a las "Mittelstand"", dijo el alcalde Stephan Weil, en referencia a las pequeñas y medianas empresas.

Sin embargo, hay una sensación de alarma por la situación de los países del sur que llevó a los alemanes a defender a Merkel y su postura de que otras naciones de la región deben respaldar su "medicina" de austeridad antes de recibir ayuda.

"El sentimiento nacional alemán es muy anti rescate (...) Queremos que Merkel sea una buena ama de casa", dijo Wolfgang Nowak, jefe de la Sociedad Alfred Herrhausen, un grupo de estudios administrado por el Deutsche Bank, en referencia a una popular imagen alemana del afán por el ahorro. (Reporte de Gareth Jones. Editado por Rodrigo Charme)




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