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TRANSPARENCIA Y VALOR

Santiago Niño Becerra - Lunes, 27 de Febrero

De un tiempo a esta parte, es indudable que está incrementándose la transparencia con que las compañíт­as tratan sus asuntos ante la opinión pública, lo que está bien, sobre todo porque, asíт­, la opinión pública puede hacerse una idea más exacta de la dimensión de los asuntos de las compañíт­as. Uno de los aspectos que empresas y sociedades se están dedicando a publicitar es el volumen de las remuneraciones de sus altos puestos directivos.

No hace mucho, una compañíт­a multinacional española ha publicado la cuantíт­a con la que ha remunerado a su presidente, cuantíт­a que engloba su salario correspondiente al pasado año, su variable por resultados del ejercicio anterior y su bono por objetivos de los tres años anteriores; pues bien, la suma de salario, variable y parte proporcional de bono casi alcanzó, en el 2005, los ocho millones y medio de euros, es decir, más de mil cuatrocientos millones de las pesetas de antes.

Realizando dos sencillas operaciones aritméticas, se obtiene que ese presidente de esa multinacional fue remunerado, en cada mes del pasado año, con más de setecientos cuatro mil euros, lo que equivale a más de veintitrés mil euros diarios, es decir, casi ciento diecisiete millones de pesetas mensuales, y más de tres millones y cuarto diarios.

Claro, Uds. estarán pensando: "Ahora nos dirá que esos importes son una exageración, que los jóvenes están percibiendo salarios de mierda en empleos basura y que hay mucha gente que en el mundo pasa hambre"; y no, no voy a decirles eso, lo que voy a hacer es una reflexión mucho más simple.

Una remuneración es fruto -ha de serlo- de la valoración de un puesto de trabajo, es decir, si la valoración de ese puesto de trabajo está bien realizada, la remuneración ha de ser en función del valor incorporado en el puesto a un proceso productivo; además, otro elemento debe ser considerado: el valor adicional que la persona incorpora por sus propias caracteríт­sticas y valíт­as, algo que es difíт­cil ver de forma inmediata.

Si ese presidente de esa multinacional ha sido remunerado el pasado año con esa cantidad, estoy convencido de que ha sido debido a que la compañíт­a ha llegado a la conclusión de que el puesto incorpora un valor a la empresa y que la persona que lo ocupa añade un valor adicional, que equivale a la cantidad con la que se le ha remunerado; es decir, estoy convencido de que la suma es la correcta, incluso que podríт­a ser superior.

Lo que no sé, lo que desconozco, lo que me encantaríт­a saber, es cómo esa multinacional ha llegado a la conclusión de que esa es la suma precisa, es decir, lo que querríт­a conocer son los criterios valorativos aplicados que han llevado a concluir que esa persona, en ese puesto, debíт­a ser remunerada con la cantidad con la que se le ha remunerado. (Decir que esas cantidades las fija el mercado no vale porque la pregunta, entonces, seríт­a: ¿de qué modo llega el mercado a la conclusión de que esos importes son los idóneos?).

Mi pregunta es simple, ¿verdad?.


Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramón Llull.


@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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