La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

1927-2006, PARALELISMOS SOSPECHOSOS

Santiago Niño Becerra - Lunes, 27 de Marzo
{mosimage}El díт­a 14 de marzo será recordado en los paíт­ses árabes de Oriente Medio como el díт­a en que se desinfló una burbuja que llevaba años formándose: la burbuja bursátil. Durante los últimos años, las Bolsas de Arabia Saudíт­, Kuwait, Dubai, Egipto, habíт­an ido recogiendo cantidades crecientes de inversiones foráneas y nacionales en busca de unas rentabilidades que se iban realimentando a síт­ mismas, animadas por las crecientes expectativas derivadas de las cotas alcanzadas por el precio del crudo y por la posición pro-capitalista de estos paíт­ses. El 14 de marzo, ese boom finalizó.

La explicación -totalmente lógica- que ha sido dada a este hundimiento tiene que ver con el precio del petróleo: la caíт­da de los íт­ndices de estos mercados no hace sino anticipar una caíт­da en el precio del crudo. La explicación, insisto, es totalmente lógica pero, en mi opinión, existe otra explicación factible.

En el planeta hay, desde hace años, una masa de liquidez en exceso
que pulula por su superficie buscando rentabilidad, pero ese, y aunque no lo parezca, es un dinero muy cobarde: está dispuesto a correr un gran riesgo ... siempre que 'su casa' -las posiciones financieras de las grandes economíт­as- se encuentre en orden. Algo parecido -parecido- sucedió en los años 20 del pasado siglo.


Acabada la I Guerra Mundial y superada, en 1923, la crisis de posguerra, dio comienzo -fundamentalmente en USA- una fase de boom crediticio, bursátil e inmobiliario; a la vez, Europa en general, y las nuevas Alemania y Austria, en particular, aunque bastante tocadas por la guerra, empezaron a parecer como posibles destinos de unas inversiones ansiosas de beneficios, lo que propició el desembarco en Europa de abundantes capitalistas USA.

Vayamos al final de la pelíт­cula. Cuando la depresión estalló en 1929, la mayoríт­a de estas inversiones USA en Europa regresaron, no tanto, ya, para buscar una rentabilidad al otro lado del Atlántico como antes hubieran podido hacerlo, como para cubrir las perdidas y minimizar los daños que la depresión estaba causando en USA, lo que extendió y amplificó la crisis en suelo europeo.

¿Existe la posibilidad de que los capitales invertidos en las Bolsas árabes de Oriente Medio hayan salido anticipando, bien una mayor rentabilidad en otros lugares, bien previendo un deterioro de la situación económica en sus paíт­ses originarios y buscando mitigar los daños que ese deterioro pudiesen causar? (Personalmente, de inclinarme por alguna de las dos opciones, lo hago por la segunda).

En mi opinión no es previsible una caíт­da del precio del petróleo más allá de un descenso coyuntural de un par de dólares en las próximas semanas, máxime si continúa la tensión en la zona -Irán, Palestina- y si, como parece que asíт­ es, Irán solicita el pago en euros de parte de su petróleo. (Por cierto, ¿se han percatado de que los paíт­ses que en el pasado anunciaron su intención de derivar hacia la moneda europea parte de sus ingresos por petróleo, tuvieron 'problemas internos'?: Irak, la segunda guerra del Golfo, y Venezuela, un intento de golpe de Estado contra Hugo Chávez).

Además, existe otra razón de volumen: el petróleo, mientras haya, siempre estará donde está, y no olvidemos que Oriente Medio almacena el 65% de las reservas planetarias. ¿Por qué tiene la inversión exterior que obsesionarse por algo que siempre estará donde ahora está?. "Volver, que bello es volver ..."

Santiago Niño Becerra. catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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