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BOLKESTEIN RELOADED (AND MORE) - I

Santiago Niño Becerra - Miercoles, 19 de Abril

Al igual que el film que inspira el tíт­tulo ("Matrix Reloaded", Andy & Larry Wachowski, 2003), la famosa directiva promovida por la Comisión Europea que liberaliza el mercado de servicios en la UE vuelve a recargarse y a levantar una polvareda de críт­ticas y oposiciones.

Como saben, el busilis de la Directiva Bolkestein (DB) busca liberalizar la prestación de servicios en todo el territorio de la UE, el problema surge debido a que a los trabajadores de la empresa que prestan los servicios en otro paíт­s se les aplicaríт­a la legislación laboral del paíт­s en el que la compañíт­a prestataria se halla registrada. La DB ha sido maquillada y está siendo objeto de análisis en el Parlamento Europeo, pero el texto que finalmente se aplicará -cuando sea que ello suceda- mantendrá idéntico espíт­ritu que el antiguo; ya lo verán.

Los problemas que subyacen respecto a la directiva giran en torno a dos cuestiones: 1) las abismales diferencias existentes en los modelos nacionales de protección social, y 2) la tremenda distancia que media entre los niveles salariales de la parte occidental de la UE y la oriental.

La libertad de movimiento de personas -lo que incluye a la población activa- en la UE es un objetivo que fue definido hace medio siglo cuando la Europa actual, empezó su andadura, y lo fue porque es lógico y porque es conveniente, pero cuando se está a las puertas de ser alcanzado, se repara en que, por ejemplo, la protección social en España nada tiene que ver con la vigente en Eslovaquia, y la francesa en nada se parece a la letona.

Los políт­ticos europeos pueden estar discutiendo hasta el fin de los díт­as sobre la DB, pero la pregunta última es muy simple: ¿debe la protección social de la parte occidental de la UE ser disminuida hasta igualar a la de la parte oriental, o debe incrementarse la de la oriental a fin de tender a los niveles de la occidental?.

Muchos dirán que debe suceder lo primero porque los gastos sociales ya no son sostenibles y porque, al reducirse, se rebajaríт­an los costes de producción. A quien asíт­ opina le sugeriríт­a que no se precipitase. Nadie vivo teníт­a una edad suficiente como para recordar una Europa carente de protección social; a quienes opinan que en Europa deberíт­a reducirse o eliminarse el modelo de protección social les recomendaríт­a un vistazo a la obra de Friedrich Engels, "Las condiciones de la clase trabajadora en Inglaterra".

La otra alternativa, el aumento del nivel de gasto social en los paíт­ses de la Europa oriental, tiene su miga por una simple razón: ¿con qué financiaríт­an esos gastos?. Si en la parte oriental de Alemania el gasto social es el que es, es debido a la enorme cantidad de pasta que la zona occidental inyecta anualmente en la otra. ¿Estaríт­an los holandeses de acuerdo en que se hiciese lo mismo con Lituania?.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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