La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

Working Paper AJ47/1T ? 3

Santiago Niño Becerra - Viernes, 23 de Junio

(For Your Eyes Only)

La devaluación del dólar se llevó a cabo a lo largo de varios meses de los años 2006 y 2007, finalmente, cuando su valor se estabilizó había perdido un 65% del que mostraba al inicio del proceso. La economía de Estados Unidos, al principio, reaccionó positivamente a la devaluación y los impactos financieros y comerciales en el resto de las economías mundiales fueron menores a lo en un principio pensado, sin embargo, en todo el planeta se fue instalando un clima de desconfianza generalizada que puso fin a una etapa de concordia y entendimiento entre los países y que acabó afectando muy negativamente a la economía.

Coincidiendo con la devaluación del dólar, en el cuarto trimestre del 2006, se produjo un resurgimiento, un boom, económico que, falsamente, fue interpretado como el inicio de una sólida fase de crecimiento. La euforia generada dio lugar a un fuerte incremento del ya elevado endeudamiento privado, ocasionado fundamentalmente, por un mayor consumo. Este falso resurgimiento creo una equivocada sensación de bonanza que llevó a diferentes Gobiernos a promover reducciones de impuestos. A finales del tercer trimestre del 2007 esta euforia transitoria finalizó bruscamente.

Los temas sociales -lo que en aquellos años era conocido como "Gasto en protección social" (Ver Anexo G)- habían ido experimentando una degradación lenta, aunque imparable, desde el periodo recesivo 2000 - 2003. En todos los países en los que el modelo de protección social tenía una cierta consideración, aunque fuese reducida, comenzaron a aplicarse recortes y reducciones en los gastos que los Estados dedicaban a protección social (Ver Anexo G).

Cuando en el 2003 se produjo la recuperación de la anterior recesión y, sobre todo durante la fase de euforia del 2006 - 2007, la creación de empleo -precario, en gran medida- y la facilidad con que las distintas ciudadanías obtenían créditos en las instituciones financieras, disimuló los progresivos recortes que los Estados fueron introduciendo en los gastos sociales a fin de compensar las reducciones de impuestos que todos los Gobiernos fueron aplicando; pero cuando la falsa euforia finalizó, se produjo una violenta reacción social -sobre todo en Estados Unidos, Alemania y España-, que, en ocasiones, fue duramente reprimida y que exacerbó más la sensación de hundimiento que el fin de la euforia había desencadenado.

El último trimestre del 2007 fue especialmente duro y un anticipo de lo que llegó en los meses siguientes del período Septiembre 2007 - Octubre 2009. En el último trimestre del 2007 quedó meridianamente claro que la situación del planeta en nada se parecía a cualquier recesión habida en los últimos 50 años. En los medios de comunicación de la época, y no sólo en los especializados en economía, comenzó a establecerse paralelismos entre el previsible final que ya era intuido y el crash de 1929 y con la depresión de los Años Treinta. (Ver Anexo P).

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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